Luego de las explosivas declaraciones del príncipe Harry y Meghan Markle en la entrevista con Oprah Winfrey emitida anoche, se espera que la división en la familia comience a superarse cuando el duque de Sussex asista junto a su hermano en la inauguración de una estatua de su madre Diana, princesa de Gales.
Así lo dio a conocer el diario The Telegraph, que conversó con una fuente cercana a Harry y señaló que el príncipe espera que puedan presentar un frente unido junto a Guillermo en el Palacio de Kensington el 1 de julio, que habría sido el cumpleaños número 60 de la princesa, en un intento de superar su ruptura.
La fuente indicó, sostuvo el periódico, que pese a cualquier cosa que se hubiera dicho y hecho, el príncipe esperaba desesperadamente asistir al evento y lo consideraba una prioridad.
En todo caso, existe más incertidumbre sobre si el duque podría regresar a Reino Unido para otros eventos como Desfile del Estandarte el 12 de junio o el cumpleaños número 100 del duque de Edimburgo el 10 de junio, debido al nacimiento de su segundo hijo.
El diario dice que pese a la naturaleza explosiva de las revelaciones hechas a Oprah Winfrey, Harry y Meghan consideran la entrevista como su última palabra sobre el tema y quieren seguir adelante. “Sintieron que necesitaban expresar su opinión y explicar al público por qué le dieron la espalda a la vida real, pero ahora consideran el asunto cerrado”, dijeron las fuentes consultadas por The Telegraph.
Un amigo dijo al diario: “Era algo que sentían que querían y necesitaban hacer, pero ahora lo han hecho, sienten que se ha trazado una línea en ese capítulo de sus vidas y quieren seguir adelante”.
La entrevista, señaló el tabloide The Mirror, dejó al príncipe Carlos y a Guillermos “entristecidos”.
La prensa británica indicó la reina Isabel II había optado por no ver la entrevista, pero recibió un informe detallado de los ayudantes que lo hicieron.
Una fuente de Palace dijo a The Mirror: “El sentimiento predominante a lo largo de toda esta lamentable saga es uno en el que muchas personas, especialmente el Príncipe de Gales y el Duque de Cambridge, se han sentido inmensamente tristes”.
“Hay un sentimiento distintivo de que debe haber habido una mejor manera de resolver los problemas uniéndose, en lugar de la decisión nuclear que ha resultado en que todo se debata de manera tan pública y sin razón. Cuando todo está dicho y hecho, es probable que nadie termine oliendo a rosas”, añadió.
Otra fuente dijo al diario que “la familia siente que Meghan y Harry recibieron mucho apoyo, pero, por supuesto, surgen preguntas sobre qué más se podría haber hecho para facilitarles la transición. Gran parte del sentimiento es que Harry no necesariamente le explicó a Meghan que se trataba de un maratón y no un pique, antes de que ambos se dejaran llevar por el pensamiento de que todos estaban en contra de ellos”.
“Siempre habrá una voluntad de reparar las relaciones, aunque estén bastante destrozadas, pero primero todos deben dar un paso atrás para tratar de entender por qué se llegó a esto”, sostuvo la fuente.