Hermana de Kim Jong-Un advierte de un “terrible desastre” si drones de Seúl vuelven a sobrevolar Pyongyang
Las autoridades norcoreanas han denunciado previamente el envío de drones con panfletos contrarios al régimen a Pyongyang por parte de Corea del Sur hasta en tres ocasiones durante la semana pasada.
Kim Yo Jong, la hermana del líder norcoreano, Kim Jong-Un, advirtió este sábado de que un “horrible desastre” podría tener lugar si el gobierno de Corea del Sur sobrevuela nuevamente con sus aviones no tripulados los cielos de Corea del Norte.
Las autoridades norcoreanas han denunciado previamente el envío de drones con panfletos contrarios al régimen a Pyongyang por parte de Seúl hasta en tres ocasiones durante la semana pasada. No obstante, desde la nación del sur han asegurado no poder confirmar estas acusaciones.
“El momento en que un avión no tripulado de la República de Corea sea descubierto en el cielo sobre nuestra capital una vez más, sin duda dará lugar a un desastre horrible”, sentenció Kim Yo Jong, quien, “personalmente”, ha deseado “que tal cosa no ocurra”.
Kim, quien es también subdirectora del Comité Central del Partido del trabajo de Corea, calificó el lanzamiento de volantes sobre la capital del país como “una grave provocación con motivos políticos y una violación de la soberanía” de Corea del Norte e hizo hincapié en “la gravedad básica” de que se hayan empleado drones para este fin.
“Es un error de cálculo que la República de Corea pensara que podría quedar impune después de cometer una infracción tan grave a la soberanía de nuestro Estado, aunque los militares afirman descaradamente que no lo hicieron y evitan la preocupación de la comunidad internacional”, agregó la política norcoreana, afirmando que Pyongyang adoptará “las medidas de represalia correspondientes” en “ejercicio de su derecho a la autodefensa” y de acuerdo con el “principio de correspondencia”.
Asimismo, la hermana del líder norcoreano criticó la “excusa mezquina” de Seúl de culpar a una organización no gubernamental de la presencia de los mencionados drones, argumentando que su “actitud incierta” de “no negar ni admitir el caso prueba que el ejército (surcoreano) admitió por sí mismo que es el principal criminal o cómplice del incidente”.
“Se ha revelado ante el mundo una vez más la naturaleza vil y la imagen asombrosamente real de aquellos peligrosos que juegan con las vidas de la gente”, dijo y enfatizó que, “aunque el ejército de la República de Corea se estruje el cerebro para evadir la responsabilidad por su violación de la soberanía de la RPDC con incoherente descaro y sofismas anormales, seguramente pagará un alto precio por infringir violentamente la soberanía inviolable de (su) Estado”.
La península de Corea asiste a una escalada de tensiones motivada por el notable aumento de las pruebas de misiles realizadas por Pyongyang durante los últimos dos años, coincidiendo con el endurecimiento de su retórica contra Estados Unidos y Corea del Sur, así como con el fortalecimiento de su cooperación militar con Rusia
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