La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de indultar a los acusados de una matanza en Irak fue calificada de injusta por el familiar de una de las víctimas.

“Esto está mal, es una injusticia”, declaró Faris Fadel, hermano de Osama Abbas, uno de los 14 acribillados por contratistas estadounidenses de la compañía de seguridad Blackwater en 2007.

“¿Cómo es posible que queden en libertad estos que tienen sangre en las manos?”, añadió.

En ese entonces, la compañía Blackwater había sido contratada para proteger a diplomáticos estadounidenses en Irak. Habían pasado cuatro años desde la invasión estadounidense que derrocó al dictador Saddam Hussein.

Los cuatro contratistas, que trabajaban para el Departamento de Estado, abrieron fuego en la Plaza Nisoor, una transitadaavenida vehicular, matando a 14 iraquíes, entre ellos un niñito, e hiriendo a varios otros.

Los acusados son Nicholas Slatten, Paul Slough, Evan Liberty y Dustin Heard. Trump los indultó el martes pasado.

Los abogados de los acusados dicen que éstos habían sido víctimas de disparos de insurgentes iraquíes. Los fiscales aseveraron que los contratistas abrieron fuego sin provocación. En Irak, el suceso es considerado una masacre.

“Eran todos civiles, no tenían culpa de nada”, dice Faris Fade. Los contratistas “destruyeron mi hogar, mi familia”.