El hombre de 28 años que abofeteó al presidente francés Emmanuel Macron fue condenado el jueves a 18 meses de cárcel, de los cuales 14 en suspenso.
El fiscal había solicitado contra el acusado Damien Tarel, de 28 años, esos 18 meses por “violencia contra persona que ostenta autoridad pública”.
El hombre, que afirmó a los investigadores haber actuado “sin pensar”, está detenido desde el incidente del martes y en su comparecencia ante un magistrado de Valence (sur).
Este delito conlleva una pena máxima de tres años de cárcel y una multa de hasta 45.000 euros (unos 55.000 dólares), aunque el tribunal puede tener cuenta su limpio historial criminal y cualquier muestra de arrepentimiento.
“Sostiene que actuó instintivamente y ‘sin pensar’ para expresar su descontento”, indicó el miércoles un comunicado del fiscal local.
Descrito por sus amigos como tímido y afable, Damien T. explicó a los agentes que simpatizaba con el movimiento antigubernamental de los “chalecos amarillos” y se declaró afín a la derecha o la extrema derecha, aunque “sin pertenecer a ningún partido”.
El joven, actualmente sin trabajo, es un apasionado de la historia medieval y las artes marciales y pronunció un antiguo eslógan monárquico al abofetear al presidente.
Su amigo Arthur C. fue detenido al mismo tiempo el martes por haber filmado la agresión pero no será acusado por el incidente, según el fiscal.
Macron rebajó importancia a la bofetada, señalando que fue un incidente “aislado”, y apostó por seguir la gira que había iniciado para “tomar el pulso” del país tras un año de pandemia y a un año de las elecciones presidenciales.
Los líderes de todo el espectro político francés condenaron de forma inusualmente unánime el incidente, que muchos ven como un síntoma del tenso clima político a semanas de elecciones regionales y apenas diez meses de las presidenciales.
Macron, de 43 años y con unos índices de popularidad al alza recientemente, buscará un segundo mandato con la líder de ultraderecha Marine Le Pen como principal rival, según los sondeos.