La semana pasada, luego de una gran ofensiva y posterior a un bloqueo azerí contra la región separatista de Nagorno-Karabaj, las autoridades locales declararon su rendición y desarme, con lo que el territorio empezaría a integrarse completamente a Azerbaiyán. Se estima que viven 120 mil armenios en esta región situada en el sur del Cáucaso, que ha sido lugar de conflicto entre Bakú y Ereván durante décadas.

En entrevista con La Tercera, el embajador extraordinario y plenipotenciario de Armenia concurrente en Chile, Hovhannés Virabyan, comenta la crisis humanitaria en Nagorno-Karabaj, que durante meses se vio bloqueado de su única conexión con Ereván. El diplomático asumió como representante de su país en Chile a partir de junio, y lleva desde hace años trabajando como embajador para el Cono Sur.

¿Cómo observa el gobierno armenio los recientes sucesos en Nagorno-Karabaj?

Desde el 12 de diciembre del año pasado los 120.000 habitantes (de etnia armenia) de Nagorno-Karabaj estaban sometidos a un asedio absoluto por parte de Azerbaiyán, que al cerrar el corredor de Lachín, única vía de comunicación que los conectaba con el mundo exterior, había creado una catástrofe humanitaria que culminó en muertes por inanición.

Lo que sucedió la semana pasada, es decir, la agresión a gran escala de parte de Azerbaiyán contra la población civil de Nagorno-Karabaj, que se encontraba debilitada y al borde de la muerte por hambre, es la segunda fase de la política genocida que Azerbaiyán está aplicando para realizar una limpieza étnica en Artsaj (Nagorno-Karabaj). Los días 19 y 20 de septiembre, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán estuvieron bombardeando escuelas, establecimientos de enseñanza preescolar, decapitando a la población civil.

Nos referimos a una operación para la que Azerbaiyán se estuvo preparando durante semanas. La acción militar ya estaba lista cuando se elaboró “el marco justificativo”. En la parte armenia hay más de 200 muertos, entre ellos muchos niños, 400 heridos, miles de desaparecidos. La población armenia de Artsaj está siendo expulsada de sus tierras ancestrales

Refugiados de la región de Nagorno-Karabaj pasan un auto por un puesto de control armenio en la aldea de Kornidzor, Armenia, el 24 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

¿Quién en su sano juicio conviviría con un régimen autoritario que aterroriza y masacra por odio étnico? Es evidente que subordinar los derechos humanos a cuestiones internas de Estado es lavarse las manos y justificar un segundo genocidio en la misma región poco más de un siglo después.

¿Cómo ha sido, según usted, la reacción internacional a los hechos en Nagorno-Karabaj?

Si bien la condena de la comunidad internacional por el bloqueo ilegal, el incumplimiento de sus obligaciones internacionales y el uso de la fuerza de parte de Azerbaiyán fue unánime, creo que no fue suficiente. Agradecemos los esfuerzos especiales que realizaron varios países, entre ellos Francia, Estados Unidos, también la Argentina.

Es importante mencionar también la postura firme y clara de las organizaciones internacionales de derechos humanos. La Corte Internacional de Justicia también se expidió al respecto, ordenando a Azerbaiyán desbloquear el corredor de Lachín. Sin embargo, en líneas generales, en un lado de la balanza está la cuestión existencial de un pueblo, en el otro sólo vemos llamamientos. Y creo que estos hechos marcan un precedente: la confirmación de que la comunidad internacional todavía no está preparada para actuar de manera contundente y eficaz y hacer valer el derecho internacional, ni siquiera cuando la situación es de gravedad extrema como en el caso de Nagorno-Karabaj. Se necesitan severas sanciones contra Azerbaiyán.

Armenios étnicos de Nagorno-Karabaj hacen fila esperando ser registrados temporalmente en un hotel en Goris, ciudad de la región de Syunik, en Armenia, el 24 de septiembre de 2023. Foto: AP

La semana pasada se conmemoró la independencia tanto en Chile como en Armenia, ¿cómo se vivieron esas efemérides en Armenia, a la luz de estos acontecimientos?

Ante todo, me gustaría felicitar a todos los chilenos y chilenas con motivo del aniversario del inicio de su independencia y desearles continuo progreso y prosperidad. Para Armenia, en esta ocasión, el Día de la Independencia es una oportunidad de reflexión e introspección. Si bien no desmerecemos todo lo logrado durante estos 32 años de independencia, el país democrático y libre que supimos construir, hoy todos nuestros pensamientos están con el pueblo de Nagorno-Karabaj, en defensa de sus derechos y su dignidad, y todas nuestras acciones a futuro se centran en la agenda de desarrollo y defensa de Armenia.

Desde hace un tiempo, Azerbaiyán venía manteniendo un bloqueo en el corredor de Lachín, única conexión entre Nagorno-Karabaj y Armenia. ¿Qué ha producido ese bloqueo, y cuál es la posición armenia al respecto?

Hace nueve meses que la población de Nagorno-Karabaj se encontraba bajo asedio absoluto debido al bloqueo del corredor de Lachín, que conectaba a Nagorno-Karabaj con Armenia y el mundo exterior. En la declaración de alto el fuego que firmaron los Presidentes de Azerbaiyán y Rusia y el primer ministro de Armenia después de la segunda guerra de Nagorno-Karabaj, el 9 de noviembre de 2020, Azerbaiyán asumía la obligación de garantizar la circulación de personas, vehículos y cargamentos a través del corredor de Lachín.

Sin embargo, Azerbaiyán incumplió su obligación. Al principio se desentendió de la situación, alegando que supuestos ecologistas lo habían bloqueado a modo de protesta por cuestiones ambientales. Después cuando quedó demostrado que se trataba de una operación orquestada por el Estado, para justificar el bloqueo el régimen de Bakú comenzó a acusar a Armenia de trasladar armas por esa vía. Acto seguido, instaló un puesto de control, empezó a impedir la actividad de la Cruz Roja, única organización humanitaria que trasladaba a las personas en estado crítico a Armenia, y a secuestrar civiles.

Desde hace más de 30 años que las intenciones de Azerbaiyán son evidentes: Azerbaiyán quiere Nagorno-Karabaj sin armenios y, para lograrlo, comete crímenes de lesa humanidad. Más allá de que Artsaj es una tierra ancestral armenia, como se puede observar por los antiguos monumentos e iglesias armenias, algunos de los cuales datan del siglo IV, desde el principio para nosotros la cuestión de Nagorno-Karabaj nunca fue una disputa territorial, sino una cuestión existencial.

Protestas en Ereván luego de la ofensiva azerí en Nagorno-Karabaj. Foto: Reuters

Con respecto a las relaciones diplomáticas y comerciales entre Santiago y Ereván, ¿cómo se han desarrollado en los últimos años, y qué posibilidades ve usted en los intercambios entre Armenia y Chile?

Este año se cumple el 30⁰ aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Armenia y Chile. Hemos logrado establecer un sólido diálogo político, colaboramos activamente en las plataformas internacionales y de derechos humanos sobre la base de los valores que compartimos. Armenia asigna particular importancia a la postura permanente de Chile en contra del uso de la fuerza como medio de solución de controversias.

En la Asamblea Nacional de Armenia el Grupo de Amistad con Chile es muy activo, y este año se formó el grupo de Amistad con Armenia en la Cámara de Diputadas y Diputados de Chile, con un significativo número de integrantes, que ha demostrado un gran compromiso con el desarrollo de las relaciones bilaterales y la diplomacia parlamentaria entre ambos países. En lo económico, compartimos buenas prácticas en diversos sectores, entre ellos turismo, agricultura, y otras áreas. Sin embargo, aún nos queda mucho por hacer en materia económica.

Creo que podemos usar las características geográficas que comparten nuestros países a favor del aumento del intercambio comercial. Por otro lado, Armenia se está convirtiendo en un referente en la región en materia de tecnologías de la información, tanto en el ámbito educativo, como en la aplicación práctica, y ese es otro sector en el que podríamos estrechar nuestra cooperación. En resumen, hoy en día la distancia no es un obstáculo y estoy convencido de que uniendo esfuerzos podemos elevar la cooperación económica y comercial a otros niveles.

¿Qué lazos ha podido entablar en la región durante su tiempo como embajador de Armenia en el Cono Sur?

Asumí como embajador de Armenia en la Argentina en marzo de 2021, en plena pandemia. Desde entonces he estado trabajando tanto con los órganos del Estado, como con las instituciones culturales, los organismos de derechos humanos, la sociedad civil, los medios de comunicación y, por supuesto, la comunidad armenia. En el caso de Chile, asumí como embajador hace relativamente poco, en junio de este año hice entrega de mis cartas credenciales al Presidente Gabriel Boric. Desde el primer momento me sorprendió gratamente el interés de mis interlocutores chilenos en conocer más sobre Armenia y las cuestiones que nos preocupan.

En Santiago, me reuní también con los integrantes de la comunidad armenia de Chile, quienes son un puente entre Armenia y Chile y verdaderamente hacen un gran trabajo para acercar a ambas naciones. Tanto a nivel personal como profesional, en todos los ámbitos trato de construir relaciones basadas en la confianza y la comunicación. Como embajador no residente, mi determinación es la de invertir el doble de esfuerzos para poder estar presente también en Chile. Y, de hecho, con Chile hay muchas acciones a futuro en las que la embajada está trabajando en este mismo momento y que espero se materialicen pronto.