China está utilizando sus próximos Juegos Olímpicos de Invierno para “blanquear” su “horrible” historial de derechos humanos, advirtió el director de la ONG Human Rights Watch (HRW), instando a los países a unirse a un boicot diplomático.

“El gobierno chino claramente está tratando de usar los Juegos Olímpicos de Beijing para blanquear su horrible represión”, dijo Kenneth Roth a la AFP, en una entrevista previa a la publicación el jueves del informe anual de HRW.

Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá anunciaron que no enviarían a sus representantes políticos a la inauguración de los Juegos de Invierno en Beijing el 4 de febrero, alegando violaciones de derechos humanos por parte de China, entre otros contra la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang (noroeste).

El director de HRW insistió en que otros países también deberían abstenerse de enviar a altos funcionarios a los Juegos, para contribuir a “poner de manifiesto las atrocidades masivas” en la región, así como el “aplastamiento de las libertades básicas en Hong Kong” por parte de China.

También recordó que HRW no pide a los atletas boicotear los Juegos, pero insistió en que los gobiernos no pueden limitarse a “fingir que todo está normal”.

“Como mínimo, la comunidad internacional debería unirse al boicot diplomático de los Juegos”, añadió.

Preguntado el jueves sobre estas declaraciones, el Ministerio chino de Asuntos Extranjeros acusó a la oenegé de estar “como siempre llena de prejuicios” y de “fabricar mentiras” para “sembrar la discordia”.

“Las palabras y los actos lamentables (de HRW) que buscan cargar de prejuicios la causa olímpica no conseguirán su objetivo”, declaró ante la prensa un portavoz del ministerio, Wang Wenbin.

Roth insistió en que los patrocinadores olímpicos deberían de adoptar una postura. “En lugar de promocionar” esta tentativa de encubrimiento de abusos, las compañías deberían “poner el foco en lo que sucede en el Xinjiang”, dijo.

Activistas denuncian que al menos un millón de uigures y otras minorías, en su mayoría musulmanas, han sido encarcelados en “campos de reeducación” en Xinjiang. Beijing alega que son centros de formación profesional destinados a reducir el extremismo islámico.

“Todas las empresas deberían hacer lo posible para evitar respaldar o legitimar la represión del gobierno chino”, dijo Roth, y consideró que la reciente decisión del fabricante de automóviles Tesla de abrir un concesionario en esa región demuestra “una absoluta falta de sensibilidad”.

El director de HRW afirmó no obstante que muchos países parecían más decididos a criticar a China ante las Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra.

Pero lamentó que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que planea asistir a la inauguración de los Juegos, “haya guardado un silencio absoluto y se niegue a hablar críticamente del gobierno chino”.

“Esto es un enorme fracaso mundial”, sostuvo.