La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido a los aliados de Israel y de los grupos armados palestinos que suspendan la venta o suministro de armas a las partes implicadas en el conflicto, que se ha saldado ya con la muerte de más de 10.000 palestinos en Gaza, 1.400 israelíes y más de 200 personas tomadas como rehenes.
Los principales aliados de Israel, entre los que se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Alemania, deben suspender la venta de armamento “mientras las fuerzas israelíes cometan serios abusos a nivel generalizado y con impunidad que equivalen a crímenes de guerra contra los civiles palestinos”.
De la misma forma, tanto Irán como otros gobiernos deben dejar de suministrar armas a grupos armados palestinos, entre los que se encuentran el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y Yihad Islámica, “mientras lleven a cabo ataques sistemáticos que equivalen a crímenes de guerra contra los civiles israelíes”.
“Estados Unidos, Irán y otros gobiernos corren el riesgo de ser cómplices de los graves abusos si continúan suministrando asistencia militar a violadores conocidos (de Derechos Humanos)”, ha explicado el director de defensa de DD.HH. de HRW, Bruno Stagno.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió un total de 14.300 millones de dólares en armamento para Israel, además de los 3.800 que recibe de forma anual en ayuda militar, una medida que fue aprobada por la Cámara de Representantes la pasada semana.
De la misma forma, el liderazgo de Hamas aseguró en enero de 2022 que recibió al menos 70 millones de dólares de ayuda militar por parte de Irán.