El huracán Ida tocó tierra el domingo en Louisiana como una tormenta de categoría 4, extremadamente peligrosa, lo que obligó a quienes no huyeron a prepararse para la prueba más dura hasta ahora para los miles de millones de dólares gastados en mejoras de diques tras el paso del huracán Katrina hace 16 años.
Ida cobró fuerza en la noche y tocó tierra cerca de Port Fourchon a las 11.55, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH). Los vientos con fuerza de huracán se extendieron 80 kilómetros desde el ojo de Ida, lo que obligó a Nueva Orleans a suspender los servicios médicos de emergencia mientras la tormenta avanzaba hacia el noroeste a 21 km por hora.
Cientos de millas de nuevos diques se construyeron alrededor de Nueva Orleans tras la devastación de Katrina, que tocó tierra el 29 de agosto de 2005 -hace 16 años-, inundando vecindarios históricamente negros y provocando la muerte de más de 1.800 personas.
El gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, afirmó que Ida podría ser el peor impacto por huracán para el estado desde la década de 1850. Más de 122.000 hogares y negocios de Louisiana ya habían perdido electricidad, principalmente en el sureste del estado, según el sitio de seguimiento PowerOutage.
Los hospitales ya estaban tratando a unos 2.450 pacientes de Covid-19, dijo Edwards, y muchos en algunas de las parroquias del estado ya estaban cerca de su capacidad.
Sólo tres días después de emerger como una tormenta tropical en el Mar Caribe, Ida se convirtió en un huracán de categoría 4 en la escala de cinco pasos Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 240 km por hora, informó el CNH.
Las marejadas ciclónicas previstas ya estaban ocurriendo, superando 1,83 metros en algunas partes de la costa. Partes de la autopista 90 que corre a lo largo de la costa del golfo de Louisiana y Mississippi se habían convertido en un río, según videos publicados en las redes sociales.
El CNH también advirtió sobre daños por vientos potencialmente catastróficos y hasta 610 mm de lluvia en algunas áreas.
Preocupación en Nueva Orleans
Edwards dijo que era imposible evacuar a los pacientes de los hospitales y que los funcionarios estatales habían estado hablando con los centros de salud para asegurarse de que sus generadores estuvieran funcionando y que tuvieran más agua disponible de lo normal.
Las autoridades ordenaron evacuaciones generalizadas de áreas bajas y costeras, lo que provocó embotellamientos en las carreteras y dejó sin combustible a algunas estaciones de gasolina en medio de la huida de residentes y vacacionistas.
“Todos a quienes les importa Nueva Orleans están preocupados”, dijo Andy Horowitz, profesor de historia que escribió Katrina: una historia, 1915-2015. Horowitz huyó a Alabama con su familia desde su casa cerca del Barrio Francés de Nueva Orleans.
Se gastaron unos US$ 14.000 millones en el fortalecimiento de los diques después de Katrina, pero eso aún puede ser insuficiente frente al cambio climático, advirtió. El cambio climático ha provocado huracanes más intensos y húmedos en la región.
Las empresas de servicios públicos estaban incorporando personal y equipos adicionales para hacer frente a los cortes de energía. El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que habló con las eléctricas y que 500 trabajadores federales de respuesta a emergencias estaban en Texas y Louisiana para responder a la tormenta.
El domingo, Biden fue a la sede de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) en Washington para una sesión informativa después de que Ida tocó tierra.
Port Fourchon alberga el Louisiana Offshore Oil Port, la terminal de petróleo crudo de propiedad privada más grande del país.
La Oficina de Seguridad y Cumplimiento Ambiental (BSEE) dijo que 288 plataformas de petróleo y gas y 11 plataformas en el golfo fueron evacuadas, mientras que el volumen de producción de petróleo suspendido allí aumentó al 96%. También se interrumpió casi el 94% de la producción de gas natural del Golfo de México.
Phillips 66 cerró su planta Alliance en la costa en Belle Chasse, mientras que Exxon Mobil Corp redujo la producción en su refinería de Baton Rouge, Louisiana, el sábado.