Cada año el sur de Italia sufre incendios forestales causados por las altas temperaturas y los vientos cálidos y secos que soplan desde el Sahara. Si a esto se suma el cambio climático, los problemas para combatir los siniestros aumentan. Pero una reciente investigación revela que la mafia siciliana podría estar encendiendo la chispa que provoca estos desastres.
A pesar de que los vientos cálidos y secos del sur del país mediterráneo ayudan a expandir los incendios forestales, son los humanos los que inician el problema. Según las autoridades, más de la mitad de los siniestros son provocados intencionalmente, ya sea por tala de tierras o hasta venganzas personales.
Lauren Pearson, estudiante de doctorado en geografía de la Universidad de California en Berkeley, ha arrojado luz sobre la preocupante intersección entre el crimen organizado y el desastre ambiental.
Su estudio, titulado “Land on Fire: The Spatial Production of the Mafia” (“La tierra en llamas: la producción espacial de la mafia”), revela cómo la mafia siciliana está utilizando los incendios forestales como arma para afirmar su control, obtener beneficios económicos y explotar el cambio climático en su beneficio.
La forma en que operan las mafias (en la sombra y con altos niveles de control sobre las comunidades) significa que es sumamente difícil obtener datos concretos que las vinculen con los incendios, dijo Pearson a CNN. Pero la evidencia apunta a una clara conexión entre el crimen organizado y los incendios forestales, según su reciente estudio.
El sur de Italia ha sufrido incendios forestales desde hace mucho tiempo, pero según organizaciones ambientales, los últimos veranos han traído siniestros devastadores para la región. Para tener una idea, Sicilia sufrió más de 8.000 incendios en 2021, cuando las temperaturas alcanzaron los 49 °C.
Esto llevó a la Comisión Antimafia regional a realizar una investigación sobre las posibles razones criminales detrás de los incendios.
Estas actividades delictivas no son sólo un negocio de la mafia, dijo Laura Biffi, que trabaja para la organización ambientalista sin fines de lucro Legambiente, que ha estado documentando los crímenes ecológicos de la mafia durante décadas.
Los expertos dicen que hay una “industria del fuego” en el sur de Italia, según comentó Biffi a CNN, porque según las investigaciones hay mucha gente involucrada.
Los incendios a veces son provocados por trabajadores temporeros deseosos de prolongar sus contratos de extinción de incendios, agricultores que quieren talar el bosque para el pastoreo, manifestantes o personas con rencores.
Y aunque la mafia no sea la responsable directa, es imposible que alguien inicie un incendio en territorio de mafiosos sin su permiso o conocimiento.
En 2023, más de la mitad de los casi 3.700 incendios de Italia ocurrió en Sicilia, Apulia, Calabria y Campania, regiones donde tienen sus raíces las cuatro principales mafias históricas del sur de Italia, dijo Vincenzo Linarello, fundador de GOEL, una red de agricultores que luchan contra la influencia de la mafia.
Según el periodista italiano y exportavoz del presidente de la Comisión Antimafia del congreso de ese país, Sergio Nazzaro, “los incendios generan emergencias y las emergencias significan contratos para combatir incendios, limpiar y reconstruir. La mafia está involucrada en todos los niveles: desde provocar incendios hasta conseguir lucrativos contratos para la recuperación posterior a los incendios”.
También hay evidencia de que las organizaciones mafiosas pueden estar usando el fuego para adquirir tierras para negociar acuerdos para infraestructura solar y eólica, con la esperanza de aprovechar los fondos de transición a la energía limpia, dijo Pearson.
Además de obtener un beneficio económico, el uso del fuego también es un método de intimidación que encaja con la cultura de violencia de las mafias, según Pearson. “Escuna forma de declarar que la tierra sigue siendo suya”, apunta.
A pesar de que Italia tiene una serie de leyes para desincentivar los incendios forestales, es muy difícil implementarlas porque requiere constante seguimiento y monitoreo.
Andrea Zoppi, fiscal adjunto de la Fiscalía de Palermo (Sicilia), dijo a los medios que, por el momento, no hay “ninguna prueba concreta” de que la mafia esté implicada en los siniestros. Aunque sí hay pruebas de que los incendios forestales suelen dar lugar a especulaciones sobre la tierra.