A una semana de asumir la Presidencia interina de Bolivia en medio del estallido social que suma 23 fallecidos y más de 700 heridos, la exsenadora de Beni, Jeanine Áñez, no ha dado señales formales de una convocatoria a elecciones generales, lo que ha profundizado la fragmentación entre los bolivianos, especialmente en La Paz, donde ya hay escasez de alimentos y combustibles tras los bloqueos en las carreteras.
"Muy pronto daremos noticias sobre nuestro principal mandato: la convocatoria a elecciones transparentes", señaló la mandataria interina el domingo desde el Palacio Quemado tras reunirse con el delegado de la Unión Europea (UE) en el país, León de la Torre, quien aseguró que el llamado electoral debe ser "ratificado por la Asamblea (Legislativa Plurinacional (ALP)".
Justamente esa sería una de las principales trabas, ya que la mayoría parlamentaria corresponde al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales que el sábado dio un plazo de 48 horas para que Áñez dimita. A la Presidenta interina se le cuestiona que asumió sin cuórum en el Senado. Además, intentaron convocar a una sesión de urgencia en el Congreso para este martes, instancia que fue rechazada por el gobierno y otros partidos políticos.
La acusaciones de fraude electoral, las renuncias con efecto dominó entre los altos cargos masistas y el posterior exilio de Evo a México han dejado huérfano al MAS. Eso sí, los aliados de Evo Morales han rechazado la injerencia de Áñez en otros temas como el cese de relaciones con Venezuela, la salida de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la posible renuncia a la Unasur.
Ante la falta de acuerdo que impide la pacificación del país, el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, señaló que "si la Asamblea no se pone de acuerdo, pues no tendremos otra opción que la de convocar a las elecciones mediante decreto". En esa línea, explicó que "algunos dicen que nuestro mandato va hasta el 22 de enero y hasta esa fecha deberían llamarse a las elecciones. Hay otra interpretación que dice que la ley da 90 días para llamar a elecciones".
Jurisprudencia
Según el diario paceño Página Siete, la decisión de convocar elecciones por decreto tiene jurisprudencia en el mandato de Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006), quien era presidente de la Corte Suprema de Justicia y quedó a la cabeza del país luego de que las figuras políticas en la línea de sucesión (presidente del Senado y de la Cámara de Diputados) dimitieron, tal como ocurrió la semana pasada con Adriana Salvatierra y Víctor Borda, ambos del MAS. Eso sí, Salvatierra después dijo que no había renunciado.
Ante esto, Rodríguez promulgó el Decreto 28228, que convocó elecciones que se llevaron a cabo el 4 de diciembre de 2005, en las que Evo Morales fue electo con el 53,7% de los votos.
Un borrador del posible decreto circuló este lunes en las redes sociales. Entre los puntos figuraba la anulación de las elecciones del 20 de octubre, la colaboración de la OEA para nuevos comicios y la imposibilidad para que Evo y Álvaro García Linera sean candidatos.
A su vez, Carlos Mesa propuso formular una ley para "una convocatoria inmediata al proceso electoral" e insistido en que la pacificación del país está en manos del MAS "por los 2/3 que controla (en el Congreso) y la decisión de levantar cualquier tipo de presiones".
Tras 30 días de masivas movilizaciones en todo el país en respaldo y en rechazo a Evo Morales -quien en conversación con la cadena Al Jazeera señaló que está "buscando una forma legal (para volver a Bolivia)", el gobierno interino de Áñez habilitó puentes aéreos para abastecer de alimentos a La Paz y El Alto.