El expresidente boliviano, Evo Morales, tenía programado dar una conferencia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) junto al exvicepresidente, Álvaro García Linera, para hablar acerca del escenario político de su país y cómo busca enfrentar el nuevo escenario de su país.

Sin embargo, el proceso no funcionó como él buscaba y terminó siendo un momento incómodo para el exmandatario, ya que, un grupo de bolivianos residentes lo enfrentó y comenzó a gritar frases como "No fue golpe de Estado" y  "No someta al pueblo", entre otras cosas . Palabras que fueron aumentando de tono a medida que, Morales intentaba continuar con su discurso ya interrumpido.

Mientras tanto sus adherentes gritaban "Estamos contigo Evo" entre otras palabras.

A pesar de ello, Morales continuo hablando en el recinto de educación sobre Bolivia, una supuesta "Notificación Azul" de Interpol y sobre sus planes de volver a La Paz.

En la instancia, el líder indígena explicó que recibió una orden de detención internacional por el supuesto uso de armas  al abandonar su país rumbo a México. "La denuncia es contra Evo Morales y los que resulten autores de hasta 10 delitos, entre ellos, alzamiento armado", explicó el exjefe de Estado.

Por otro lado, indicó que supuestamente recibió una carta de invitación para ser parte de la ceremonia de cambio de mando de Alberto Fernández, pero no confirmó si tiene pensado asistir a la instancia del próximo 10 de diciembre.

Morales deja de hospedarse en campo militar y recibir manutención de México

Morales también se refirió a que dejo de hospedarse en un campo militar y ayer se mudó a una vivienda en Ciudad de México en la que ya no percibirá ayuda de manutención del Gobierno mexicano.

"Desde anoche nos trasladamos a otro lugar. Ahora que salimos del recinto militar del Ejército saludo la gran solidaridad del pueblo mexicano y del Gobierno", expresó Morales en una rueda de prensa en la capital de México, en donde se asiló el pasado 12 de noviembre tras renunciar a la presidencia de Bolivia.

Morales expresó que "conseguir espacios para vivir ha sido difícil de encontrar" y agradeció la "cooperación" de simpatizantes que le ayudan con la manutención en el país.

Según confirmó su equipo, Morales se mudó a un emplazamiento de Ciudad de México, cuya dirección no será revelada por seguridad y donde ya no recibirá manutención del gobierno mexicano como hasta ahora.

Morales dijo que durante las dos semanas viviendo en el Campo Militar Número 1, a las afueras de Ciudad de México, se sintió "mejor que en Bolivia". 

Agradeció a todas las personalidades que lo han visitado durante este tiempo, como la secretaria mexicana de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con quien conversó "largamente" en un encuentro este martes.

El asilo concedido al exmandatario boliviano desató polémica en México porque el Gobierno le había proporcionado hospedaje así como seguridad pública y recursos para su manutención.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó estas críticas de "mezquindad" y reivindicó la larga tradición mexicana de asilo a perseguidos políticos, como los republicanos españoles o León Trotsky.

Morales abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo tras una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) que señalaba "graves irregularidades" en las elecciones del 20 de octubre.

La renuncia de Morales ha sido calificada como "golpe de Estado" por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.

Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.