Indignación en Río de Janeiro por incendio que destruyó Museo Nacional
Un grupo de estudiantes de la Universidad Federal de Río de Janeiro, que administra el histórico edificio, intentó ingresar al lugar pero fue impedido por las fuerzas de seguridad.
Miles de estudiantes se han congregado a las fueras del ya casi destruido Museo Nacional de Brasil para protestar por la falta de mantención y exigir que se encuentre a los responsables.
De acuerdo a la agencia Reuters, el edificio histórico no tenía un sistema de rociadores hídricos y hace años que recibía no financiamiento, lo que convirtió este hecho en una "tragedia anunciada".
Un grupo de estudiantes se enfrentó con la policía al intentar entrar por la fuerza al recinto. Lo que terminó en disturbios donde fueron usados gases lacrimógenos.
"Nuestra comunidad está muy movilizada y muy indignada", dijo Roberto Leher, rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro, que administra el museo. "Todos sabíamos que el edificio era vulnerable", agregó.
[caption id="attachment_305837" align="alignnone" width="900"]
Foto: AP[/caption]
Por ahora, las autoridades no han informado cuál fue la causa del incendio del domingo, aunque se manejan algunas teorías. Por ejemplo, el ministro de Cultura, Sergio Leitao, dijo al diario Estado de S.Paulo que es probable que las llamas fueran provocadas por un cortocircuito eléctrico o un farolillo de papel casero que podría haber aterrizado ardiendo en el tejado.
La fachada amarillo pastel del otrora Palacio Imperial seguía en pie en la mañana del lunes, pero un vistazo a través de sus gigantes ventanales revelaba un interior sin techo, con pasillos ennegrecidos y vigas carbonizadas y humeantes. De vez en cuando, los bomberos salían con una vasija o un cuadro que habían logrado rescatar.
Investigadores, estudiantes y trabajadores del museo, temen que hayan sido destruidos 20 millones de archivos.
El subdirector del museo, Luiz Duarte, dijo a Globo TV que la institución fue descuidada por los sucesivos gobiernos federales y que un plan de financiación por 21,6 millones de reales (5,23 millones de dólares) con el banco de desarrollo estatal BNDES anunciado en junio incluía, irónicamente, la instalación de un moderno equipo antiincendios.
Roberto Robadey, comandante del departamento de bomberos de Río, dijo a periodistas el lunes que los dos hidrantes al exterior del edificio estaban secos. Esto obligó a los bomberos a usar agua de un lago cercano y de camiones cisterna. Sin embargo, el edificio ardió demasiado rápido para poder salvarlo.
La destrucción del edificio, en el que vivieron emperadores, fue una "pérdida incalculable para Brasil", dijo el presidente Michel Temer en un comunicado. "Se perdieron 200 años de trabajo, investigación y conocimiento", agregó.
Su oficina no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre denuncias generalizadas de negligencia.
El aporte de Unesco
A raíz del siniestro, Unesco dijo que está "a disposición de las autoridades brasileñas para movilizar toda su experiencia".
La directora general de la organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Audrey Azoulay, expresó en un comunicado su "solidaridad al pueblo brasileño frente a esta pérdida de herencia cultural incalculable para el conjunto de la humanidad"
"Este museo universitario era también un símbolo de la intensidad de los vínculos entre la cultura y la investigación y de la memoria brasileña", subrayó Azoulay.
"La Unesco está a disposición de las autoridades brasileñas para movilizar toda su experiencia - especialmente en el terreno de la protección y la conservación del patrimonio cultural - para intentar atenuar las consecuencias de este drama", añadió.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.