Los dirigentes de Turquía, Rusia, Francia y Alemania se reunieron este sábado en Estambul en una cumbre inédita sobre Siria, en la que se busca consolidar la frágil tregua de Idlib y avanzar hacia una transición política.
Durante este encuentro, los presidentes turco, Recep Tayyip Erdogan; ruso, Vladimir Putin; francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, deben encontrar puentes entre su iniciativas contrapuestas para poner fin a la guerra que asola Siria desde 2011.
"Siria y el mundo tienen hoy la mirada puesta sobre nosotros", declaró Erdogan en la apertura de la cumbre. "Espero que avancemos de manera sincera y constructiva y estemos a la altura de las expectativas", añadió.
Este encuentro se produce al día siguiente de los ataques del régimen sirio en la provincia rebelde de Idlib (noroeste), en los que murieron siete civiles, el balance más alto desde la entrada en vigor del alto el fuego negociado el mes pasado por Ankara y Moscú, que impuso un relativo silencio de las armas.
El acuerdo entre Moscú -aliado del régimen- y Ankara, que apoya a los rebeldes, preveía la puesta en marcha de una "zona desmilitarizada" de 15 a 20 km de ancho para separar los territorios insurgentes de Idlib de las regiones gubernamentales.
Erdogan y Putin alcanzaron este acuerdo in extremis, cuando parecía inminente una gran ofensiva del régimen sobre este último gran bastión de la oposición, que podía provocar una catástrofe humanitaria.
Durante la cumbre, los cuatro dirigentes deben "estudiar qué formulas nuevas pueden encontrarse para aportar una solución política" a este conflicto complejo, que ha dejado más de 360.000 muertos y millones de desplazados, según Ankara.
En este sentido, la formación de un Comité constitucional -auspiciado por la ONU- para elaborar una nueva Carta Magna se perfila como uno de los principales desafíos a salvar, habida cuenta del bloqueo del régimen.
El emisario de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, que lamentó la parálisis del plan de la ONU el viernes, también estaba presente en la cumbre de Estambul.
"Lo que está en juego hoy aquí [...] es la estabilidad en Siria para evitar un nuevo desastre humanitario", declaró Macron en Twitter justo antes del inicio del cónclave.
"Enfoques distintos"
Aunque no se esperan grandes anuncios tras la cumbre (el Elíseo indicó que sus expectativas son "modestas", mientras que el Kremlin hizo un llamado a ser "realistas"), la reunión es una ocasión para que los cuatro mandatarios busquen un terreno de entendimiento.
Turquía y Rusia forman, con Irán, un trío ineludible sobre el terreno, donde estos tres países con intereses propios invirtieron grandes recursos militares.
Francia y Alemania, por su parte, integran junto con otros cinco países, incluido Estados Unidos, el "small group" sobre Siria que trabaja para encontrar una solución política. Pero sus esfuerzos se vieron eclipsados por el proceso de Astaná liderado por Ankara, Moscú y Teherán.
"Hay enfoques distintos. Pero, groso modo, todo el mundo desea naturalmente llegar a una solución política en Siria", subrayó el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que llamó a "armonizar las posiciones" durante la cumbre.
Los cuatro países deben abordar también la reconstrucción de Siria, pero la ministra alemana de Defensa Ursula von der Leyen advirtió el sábado que esta no podría realizarse "a favor de la dictadura de Asad".
Dos importantes actores del conflicto en Siria, Irán y Estados Unidos, enfrentados, estarán ausentes el sábado. Aún así, Macron habló el jueves con el presidente estadounidense, Donald Trump, para acordar posiciones.
Ante la influencia que Moscú asienta en Siria gracias a sus victorias militares a favor del régimen de Asad, el secretario estadounidense de Defensa Jim Mattis afirmó el sábado que Rusia "no puede reemplazar" a Estados Unidos en Oriente Medio.
Además, la cumbre llega en un momento de conmoción en la región a causa del asesinato del periodista crítico saudita Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul.
Erdogan, antes del encuentro, mantuvo reuniones bilaterales con sus invitados. La prensa turca había indicado que el dirigente turco hablaría con ellos del caso Khashoggi.