El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, cumplió este jueves con su promesa de remodelar su gobierno, aunque lo que teóricamente debía haber sido una crisis menor, con cambios principalmente en los niveles intermedios, saltó por los aires con la inesperada salida del ministro de Finanzas, Savid Javid.
Javid, quien asumió el pasado mes de julio la gestión de la Hacienda británica tras ser responsable durante el gobierno de Theresa May de la cartera de Interior, tenía previsto presentar el próximo mes los presupuestos, por lo que todas las apuestas lo situaban dentro del Ejecutivo.
Según fuentes citadas por la BBC, Javid habría dimitido de su cargo en respuesta a la demanda del primer ministro de que "despidiera a todos sus asesores especiales para reemplazarlos por otros del Número 10 (de Downing Street) para formar un solo equipo". Estas mismas fuentes apuntan a una mala relación entre Javid y Dominic Cummings, asesor clave del jefe de gobierno.
El cargo de ministro de Finanzas lo ocupará a partir de ahora Rishi Sunak, que desde julio de 2019 ejercía de secretario del Tesoro. Los medios lo describen como una persona fiel a Johnson y partidario del Brexit, aunque en su día apoyó en el Parlamento el Acuerdo de Retirada negociado por May.
A la salida de Javid se han sumado también las de otros ministros como la responsable de Empresas, Andrea Leadsom, o la de Medio Ambiente, Theresa Villiers, así como la del fiscal general, Geoffrey Cox.