“En un momento de grandes temores, incertidumbres e incógnitas, existe un terreno fértil para que las fabricaciones florezcan y crezcan”, advirtió en abril Guy Berger, director de Políticas y Estrategias sobre Comunicación e Información de la UNESCO, en relación con las noticias falsas que surgieron en los primeros meses de la pandemia.

Comer ajo y tomar alcohol para matar al coronavirus, y la transmisión de este a través de las redes 5g son algunas de las afirmaciones falsas que han surgido desde diciembre. Pese a que médicos especialistas de todo el mundo, liderados por la Organización Mundial de la Salud, aseguran que de momento no hay tratamiento ni vacuna para la enfermedad, todos los días circula por redes sociales nueva información sobre “curas milagrosas” para el Covid-19, lo que pone en riesgo la vida de aquellas personas que intentan probar estos remedios caseros, o cuya efectividad no ha sido comprobada.

Tomando en cuenta este fenómeno, investigadores de la Universidad de Cornell analizaron 38 millones de artículos en inglés de todo el mundo que hacían referencia a la pandemia, y llegaron a la conclusión de que Donald Trump fue el mayor impulsor de las noticias falsas en relación al coronavirus.

La Cornell Alliance for Science, que encabezó el estudio, es una organización sin fines de lucro que se dedica a utilizar la ciencia para mejorar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental. Uno de sus objetivos es promover la toma de decisiones basada en la ciencia.

La doctora Sarah Evanega, directora de Cornell Alliance for Science y principal autora del estudio, y uno de sus colegas en Cornell, Mark Lynas, se asociaron con investigadores de Cision, una empresa que se dedica al análisis de medios, para hacer el estudio.

Las menciones a Trump representan casi el 38% de la “conversación de desinformación” general, lo que convierte al Presidente republicano en el principal impulsor de la “infodemia”, es decir, las noticias falsas relacionadas con la pandemia. “Eso es preocupante porque hay graves implicaciones para la salud en el mundo real”, dijo Evanega, citada por The New York Times.

El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, camina desde el helicóptero Marine One a su regreso de Bedminster, Nueva Jersey, en el jardín sur de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, 1 de octubre de 2020. REUTERS/Joshua Roberts

El estudio -que fue publicado este jueves y es el primer examen exhaustivo de la desinformación sobre el coronavirus- identificó 11 temas de desinformación, incluidas varias teorías conspirativas. Una de ellas, que surgió en enero, plantea que la pandemia fue fabricada por el Partido Demócrata para que coincidiera con el juicio político a Trump. Otra pretendía rastrear el brote inicial, en la ciudad china de Wuhan, hasta personas que hubieran comido sopa de murciélago.

Sin embargo, el tema más frecuente -y por un amplio margen- fueron las “curas milagrosas”, incluida la promoción por parte del propio Trump de medicamentos contra la malaria y desinfectantes como posibles tratamientos para el Covid-19. De hecho, este aspecto incluyó más información errónea que los otros 10 temas combinados, de acuerdo a los investigadores.

De los más de 38 millones de artículos publicados entre el 1 de enero y el 26 de mayo, más de 1,1 millones -lo que equivale a poco menos del 3%- contenían información incorrecta.

Los investigadores que participaron en el estudio, que consideró tanto medios tradicionales como en línea, no solo buscaron identificar y categorizar falsedades, sino que también intentaron rastrear tendencias, como el aumento en la cobertura de ciertos temas.

Por ejemplo, el 24 de abril, al día siguiente de que Trump planteara la idea de que los desinfectantes y la luz ultravioleta podían ser efectivos en el tratamiento del Covid-19, había más de 30 mil artículos bajo la categoría de “curas milagrosas”, frente a los menos de 10 mil que había solo días antes de los polémicos dichos del líder republicano. Los investigadores concluyeron que el Mandatario estadounidense había impulsado esos aumentos.

Fuentes de desinformación

Para muchos, la idea de que Trump sea el responsable de difundir información falsa puede no ser una gran sorpresa. Sin embargo, los académicos esperaban encontrar más teorías conspirativas que declaraciones del mandatario en los artículos analizados.

Aunque se incluyeron los artículos de verificación de datos -que tienen como objetivo corregir información errónea- en el recuento total, estos representaron solo un 16,4% de los que incluían noticias falsas, “lo que sugiere que la mayoría de la información errónea de coronavirus es transmitida por los medios de comunicación sin cuestionar ni corregir”, señalaron los autores.

Las teorías conspirativas, en tanto, representan en conjunto el 46% de las menciones de información falsa. Entre estas se encontraba una que surgió a principios de abril, que sugería que el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, estaba exagerando el número de muertes y beneficiándose de los esfuerzos de las compañías farmacéuticas por encontrar tratamientos y vacunas. Para encontrar esas historias, buscaron los hashtags #FireFauci y #FauciFraud en redes sociales.

Dr. Anthony Fauci. (Graeme Jennings/Pool via AP)

Los investigadores identificaron más de 11 mil artículos de desinformación relacionados con Fauci, frente a los más de 295 mil que involucran “curas milagrosas”. Por otro lado, hubo más de 40 mil artículos que mencionan el supuesto engaño demócrata, y más de seis mil mencionaron la “sopa de murciélago”.