Cuando funcionarios aduaneros vieron a una mujer y un niño de 15 años cruzando la frontera entre Ucrania y Moldavia, nada parecía fuera de orden. O eso parecía a primera vista. La incomodidad y una mueca de vergüenza alertaron a las autoridades, quienes comenzaron a preguntar. Que era su sobrino, era la historia que llevaba preparada la mujer. Pero la verdad es que le había ofrecido un trabajo en Chipre, donde podría “ser un hombre” y mantener económicamente a su familia en Ucrania.

Esta dramática historia revelada por CNN es solo una de las muchas reportadas por autoridades del país en guerra. Una realidad que fue abordada en un trabajo conjunto entre el Centro de Asuntos de Política Exterior de Nueva York, el Instituto Internacional para el Análisis Estratégico Global y el Instituto de Defensa y Seguridad de Washington. El estudio advierte que niños como el que cruzó a Moldavia en busca de un mejor destino podrían terminar como víctimas de esclavitud sexual y servidumbre doméstica en los Emiratos Árabes Unidos, concluyó uno de los autores del informe La esclavitud moderna en Dubai.

Aduciendo a la invasión de Rusia a Ucrania, los autores del reporte aseguraron que se están “creando las condiciones perfectas para que las mujeres y los niños se vean obligados a ingresar en la industria del sexo o en el trabajo doméstico de servidumbre”, donde la masiva salida de personas huyendo de la guerra creó la oportunidad para la proliferación del tráfico de personas.

La invasión, el catalizador de la trata

El problema del tráfico en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) no es nuevo. De hecho, data desde mucho antes de la guerra e incluso la pandemia del Covid-19. El del tráfico sexual en los países que se separaron tras la caída de la Unión Soviética tampoco lo es. Según Karina Iskandarova, una de las autoras del trabajo, “el colapso de la Unión Soviética contribuyó enormemente a la esclavitud moderna, convirtiendo a Europa del Este en uno de los mayores proveedores de trabajadoras sexuales”.

Sin embargo, Florian Schmitz, otro de los participantes en el estudio, apuntó a que “dado el desplazamiento a gran escala de mujeres y niños vulnerables de Ucrania a Rusia desde el comienzo de la guerra, a veces bajo coacción, parece muy probable que un número de ellos acabe siendo objeto de tráfico hacia los EAU y otros países”, informó el diario Daily Mail.

Más de cinco millones de personas han cruzado las fronteras ucranianas en búsqueda de refugio. Pero mantenerse económicamente durante meses en el extranjero no es viable para muchas personas. Esa es parte de la conclusión del informe, donde se afirma que “los traficantes pueden ofrecer trabajos y boletos de avión gratis a México, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos a través de las redes sociales y anuncios de trabajo falsos, con el objetivo de atraer a mujeres jóvenes que quieren escapar de su país”.

Una mujer junto a dos niños cruzando la frontera entre Ucrania y Polonia, potenciales víctimas de la trata humana, en marzo de 2022. Foto: AFP

Durante julio de este año, la Representante Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Violencia Sexual en Conflictos, Pramila Patten, dijo que la guerra se estaba “convirtiendo rápidamente en una crisis de tráfico de personas en la que se explota a mujeres y niños”. Opinión que el informe parece ratificar al afirmar que Ucrania, por su posición geográfica, sirve como “país de origen, tránsito y destino de la trata de personas”.

Meses atrás, cuando el conflicto recién llevaba un mes en curso, el secretario general de la ONU, António Guterres, ya advertía sobre las potenciales consecuencias para mujeres y niños. “Para los depredadores y traficantes de personas, la guerra en Ucrania no es una tragedia. Es una oportunidad y las mujeres y los niños son objetivos”, comentó.

Una de las ideas que desarrolla el documento elaborado por el Centro de Asuntos de Política Exterior de Nueva York, el Instituto Internacional para el Análisis Estratégico Global y el Instituto de Defensa y Seguridad de Washington, es que durante los conflictos bélicos, las oportunidades para realizar delitos de trata de personas crecen exponencialmente, pues la capacidad de las policías y el Ejército para contener estos actos se reduce significativamente.

“En Ucrania, las víctimas son mujeres y niños, ya que el gobierno ucraniano obliga a los hombres menores de 60 años a permanecer en el país y luchar. Durante este tiempo estresante, mujeres y niños intentan huir del país para llegar a países vecinos con la ayuda de voluntarios”, pero muchas veces estos no ocurre y “personas con malas intenciones pueden hacerse pasar por voluntarios que ofrecen transporte gratuito a través de la frontera con el objetivo de traficar con mujeres y niños”, concluyó el informe.

La frenética salida de Estados Unidos de Afganistán en 2021 refuerza el punto. Ocasión en la que, según reportó entonces The Associated Press, funcionarios norteamericanos investigaron casos de hombres mayores reclamando como “esposas” a jóvenes víctimas de tráfico de personas. Uno de los hilos investigativos afirmaba que niñas afganas fueron violadas por hombres en un lugar de tránsito en Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, las que luego eran obligadas a casarse para poder escapar de Afganistán.

EAU como destino

Con la necesidad económica como razón, argumentaron los autores en el documento, Emiratos Árabes Unidos aparece como una opción viable para ser engañado y luego caer en la trata debido a su atractivo económico. “Cuando la trata de personas se produce desde países menos desarrollados hacia países más desarrollados, se descubre que las personas son más vulnerables a la trata en virtud de la pobreza, los conflictos u otras condiciones”, explicaron.

Estudiantes durante la Expo Dubai, en 2020. Foto: AP

A esto se suma la institucionalidad migratoria del país, donde la figura de la “kafala” juega un rol clave. Definido como “un sistema popular en los países del Golfo que otorga a los ciudadanos y las empresas la responsabilidad y la supervisión de los trabajadores”, esta forma de regulación genera que, “a pesar de varias reformas a nivel legal que supuestamente mejoran la posición de los inmigrantes, la kafala reduce al mínimo la participación y el control oficial del gobierno”, continúa el documento.

¿Dónde estaría el cruce entre el problema de la “esclavitud moderna”, como llamaron a este sistema, y la acusación de trata y abuso sexual? En el poder que este sistema migratorio otorga a quien intenta entrar al país.

“El sistema kafala consiste en retener los pasaportes de los trabajadores para regular su residencia y empleo, lo que otorga a los empleadores un control casi total sobre el salario, las condiciones de vida, la nutrición, la capacidad de trabajar en otro lugar e incluso la capacidad de regresar a casa de los trabajadores migrantes”. Esto da pie a una posición “no muy diferente a la del propietario de esclavos, en la que el trabajador es incapaz de escapar de tal situación”, cerraron los investigadores.