La economía de Gaza se ha reducido a menos de una sexta parte de su tamaño cuando comenzó la guerra entre Israel y Hamas hace casi un año, mientras que el desempleo en la Cisjordania ocupada casi se ha triplicado, según un informe de la ONU publicado el jueves que subraya los desafíos de la reconstrucción.
El informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) describe la economía de Gaza como “en ruinas” más de 11 meses después de que Israel lanzó allí una campaña militar que redujo gran parte de la Franja a escombros en respuesta a los letales ataques del 7 de octubre en el sur de Israel por parte de militantes de Hamas.
El organismo comercial de la ONU dijo que la Autoridad Palestina (AP), que ejerce un autogobierno limitado bajo la ocupación israelí en Cisjordania, está bajo una “inmensa presión” que está poniendo en peligro su capacidad de funcionar.
Además de la desaceleración económica causada por el conflicto, la caída de la ayuda internacional y las deducciones y retenciones de ingresos por parte de Israel -que la UNCTAD estimó en más de 1.400 millones de dólares desde 2019- están aumentando la tensión, dijo.
El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, que ordenó la retención de los fondos, acusa a la Autoridad Palestina de apoyar el ataque del 7 de octubre contra Israel. La Autoridad Palestina niega que esté promoviendo la violencia. Israel también deduce rutinariamente los llamados “pagos de mártir” pagados por la Autoridad Palestina a las familias de militantes y civiles muertos por las fuerzas israelíes.
La UNCTAD pidió “una intervención inmediata y sustancial de la comunidad internacional para detener la caída libre de la economía, abordar la crisis humanitaria y sentar las bases para una paz y un desarrollo duraderos”. También afirmó que era necesario un plan de recuperación integral.
El documento describe “un rápido y alarmante declive económico” en la Cisjordania ocupada, que ha sufrido un aumento de la violencia desde la guerra de Gaza.
Pérdidas de empleo
En total se han perdido más de 300.000 puestos de trabajo en Cisjordania desde que comenzó la guerra, según la UNCTAD, lo que ha elevado la tasa de desempleo allí del 12,9% al 32%.
La UNCTAD atribuyó el descenso a los disturbios, que según la ONU han causado la muerte de más de 650 palestinos desde el 7 de octubre, así como a nuevas restricciones comerciales israelíes, como los puestos de control.
Israel, que no facilita cifras de muertos palestinos, afirma que unos 40 israelíes han muerto en ataques palestinos fuera de Gaza desde el 7 de octubre. Afirma que sus acciones en Cisjordania han sido necesarias para contrarrestar a los grupos militantes apoyados por Irán y evitar daños a civiles israelíes.
La guerra se desencadenó cuando Hamas atacó a Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando a unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes. El posterior ataque de Israel a Gaza ha matado a más de 41.000 palestinos, según el Ministerio de Salud del enclave.