Salah Abdeslam, sospechoso clave de los atentados de París en noviembre de 2015, rechazó este lunes responder a las preguntas del tribunal que lo juzga en Bruselas por un tiroteo en Bélgica en marzo de 2016, poniendo su confianza en Alá.
"Mi silencio no me convierte en criminal, es mi defensa", aseguró ante el tribunal antes de mencionar a Alá y su religión, el islam. "Ahora, júzguenme, hagan lo que quieran de mí", "no tengo miedo de ustedes (...) pongo mi confianza en Alá y, eso es todo, no tengo nada que añadir", agregó.
Vestido con pantalón negro y chaqueta clara, Abdeslam, que luce una barba tupida y pelo engominado hacia atrás, ya advirtió desde los primeros minutos del proceso que no respondería a las preguntas del tribunal, encabezado por Marie-France Keutgen.
"¿Usted es Salah Abdeslam, nacido en Bruselas el 15 de septiembre de 1989?", le preguntó la juez que preside el proceso al inicio de la sesión. "No deseo responder a las preguntas", declaró Abdeslam, quien por boca de su abogado, Sven Mary, también rechazó que se tomen imágenes de él.
Aunque este proceso juzgará el tiroteo ocurrido en la localidad de Forest en marzo de 2016, se ve como un preámbulo del que tendrá lugar en Francia por los atentados de París que dejaron 130 muertos. Además, uno de los interrogantes era saber si Abdeslam rompería el silencio que ha guardado hasta el momento en Francia.
El juicio se celebra entre fuertes medidas de seguridad tanto dentro como alrededor del Palacio de Justicia. Un helicóptero sobrevuela el imponente edificio del siglo XIX con un proyector y militares armados se encontraban en las inmediaciones.
Abdeslam, un francés de origen marroquí de 28 años, que creció y se radicalizó en la popular localidad bruselense de Molenbeek, acabó formando parte de una célula yihadista implicada en al menos tres sonoras operaciones en los últimos años.
Los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París (130 muertos), del 22 de marzo de 2016 en Bruselas (32 muertos) y el malogrado ataque en un tren entre Ámsterdam y París en agosto de 2015 responden "quizás a una única operación" del grupo Estado Islámico (EI), según la fiscalía federal belga.