De cara a las elecciones catalanas parlamentarias de este domingo 12 de mayo, la campaña electoral está centrada en dar una solución a la “Cataluña de los 8 millones”, cuyo crecimiento demográfico ha sido impulsado en gran medida por la inmigración. Los protagonistas de la disputa son los conservadores Partido Popular (PP) y Vox, que en la recta final de la campaña, están apelando a medidas extremas contra la inmigración para conseguir el voto de la derecha en Cataluña.
Así, la derecha encontró en la migración una oportunidad para desafiar el discurso progresista dominante, con los partidos Vox y Aliança Catalana (AC) aprovechando la tensión para atraer a votantes descontentos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el PP, quienes perciben la inmigración como una amenaza para la seguridad y la convivencia. Hasta esta semana, el PP había abordado el tema con menos intensidad, centrándose en la seguridad ciudadana y la lucha contra la ocupación ilegal.
Pero la disputa con Vox, llevó a Alberto Núñez Feijóo -líder del PP- a recitar un discurso populista y xenófobo de la extrema derecha este martes, vinculando directamente la inmigración ilegal con los problemas de seguridad y ocupación de viviendas, un mensaje que antes era evitado por el partido. El debate sobre los inmigrantes irregulares, incluso está eclipsando el debate de larga data entre independentistas y constitucionalistas.
“Le pido el voto a todos aquellos que se dan cuenta de que Cataluña tiene los índices de criminalidad, de robos y de hurtos y de reincidencia de los más altos de España”, señaló Feijóo en un mitin en Cornellá de Llobregat (Barcelona). “Le pido el voto a los que no admiten que la inmigración ilegal se deje en nuestras casas, ocupando nuestros domicilios y nosotros no pudiendo entrar en nuestras propiedades. A esos les pido el voto, a todos ellos”, añadió.
Junto al candidato del PP, Alejandro Fernández, ambos destacaron los problemas de seguridad en Cataluña como un tema central de su campaña electoral. Allí es donde Feijóo adoptó una postura afín a Vox, buscando superar al partido de Santiago Abascal, quien el pasado sábado propuso “deportaciones masivas” ante la inmigración que consideran masiva e ilegal. La campaña de Vox proponiendo la deportación comenzó en abril, con el lema “¿Delincuentes en tu barrio? ¡Nosotros tenemos su billete de vuelta!”.
Según el presidente de Vox, el partido defiende a los inmigrantes que llegan “renunciando a imponer sus leyes, especialmente sus leyes religiosas”, y su cultura, y aboga por priorizar las ayudas sociales para los ciudadanos nacidos en España. El sábado, Abascal también acusó al PP de no decir durante la campaña electoral “ni una sola palabra” sobre inmigración ilegal, y destacó que hay una alta cantidad de menores extranjeros no acompañados (MENAS) en la región, según el medio español La Razón.
En 2021, Vox ya había superado al PP en el Parlamento catalán. Es por ello que ahora, decidido a aumentar su porcentaje de votos y recuperar terreno frente a Vox, el PP endureció el discurso de cara a las elecciones. “El objetivo del PP catalán y de la dirección nacional es sobrepasar a Vox y obtener la cuarta posición en el Parlament de Cataluña, esto es quedar por encima de la formación de Abascal”, afirmó en Al rojo Vivo, el periodista Pablo Montesinos, director del medio Artículo14.
La voltereta llegó además en la recta final de la campaña, justo cuando las últimas encuestas pronostican que Vox superará al PP en intención de voto, como la publicada por El Periódico, que da un empate entre ambos partidos con entre 10 y 11 escaños. Para la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, la socialista Teresa Ribera, el giro a la derecha del PP es fruto de ese nerviosismo por las encuestas. “Es un paso más en esa pendiente peligrosísima en la que se está adentrando el PP. Alienta la xenofobia”, acusó.
No obstante, este miércoles el PP aclaró que su enfoque principal son los problemas que afectan a los ciudadanos. Cuca Gamarra, secretaria general del partido, subrayó la intención del PP de abordar los “problemas reales”, un día después de que Feijoó instó a votar al PP a aquellos que se oponen a la inmigración ilegal que conduce a la ocupación de viviendas, según Europa Press.
En Cataluña, hay 1.361.981 residentes extranjeros, lo que representa al 17,24% de la población catalana, según los datos del Idescat de 2023. De ellos, 800.000 están empleados de manera legal en la región. Los datos confirman que Cataluña es la primera receptora de inmigrantes, concentrando el 22% de los 5,5 millones de extranjeros residentes en España según los datos del INE para 2022, muy por delante de Madrid, por debajo del millón de extranjeros, o Andalucía, con medio millón de habitantes más.
Mientras Valencia es la comunidad con más extranjeros europeos, Cataluña lidera el ranking de inmigrantes procedentes de África y Asia, y Madrid los procedentes de América. La comunidad más grande de origen extranjero en Cataluña proviene de Marruecos, con 234.054 personas, lo que constituye el 17,1% de los residentes extranjeros en la comunidad. Les siguen los rumanos (6,3%), italianos (5,9%) y colombianos (5,6%), según detalla el diario español El Independiente.
El Partido Popular espera mejorar significativamente sus resultados en las elecciones de este domingo, según lo indican los sondeos, aunque no a expensas de Vox, sino debido al declive de Ciudadanos. Según el último sondeo de la agencia 40dB y citado por El País, el PP pasaría de 3 a 13 escaños en las urnas, mientras que Vox solo disminuiría de 11 a 10 escaños.