Mientras las inundaciones retrocedían el miércoles en las localidades de Vermont azotadas por una tormenta que hizo caer el equivalente a dos meses de lluvia en dos días en ese estado en el noreste de Estados Unidos, los residentes del suroeste del país, acostumbrados a los veranos abrasadores, están sintiendo una ola de calor extremo que azota a Arizona, Nevada, Nuevo México y el sur de California esta semana, con temperaturas de más de 37 grados Celsius. En respuesta a los fenómenos meteorológicos extremos que se están extendiendo por todo EE.UU., el Presidente Joe Biden emitió una declaración en donde advierte que el calor extremo y las inundaciones muestran los impactos de la crisis climática.
“En este momento, las familias de todo Estados Unidos están experimentando los efectos devastadores de la crisis climática, desde inundaciones hasta calor extremo”, señaló Biden en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Luego reafirmó el compromiso de su administración para abordar la crisis climática, incluidas medidas como preparar las escuelas para el calor extremo, proporcionar fondos para modernizar las redes eléctricas y reducir los costos de refrigeración para los hogares de bajos ingresos. “Mi Administración continuará cumpliendo con nuestra histórica agenda climática para brindarles a las comunidades los recursos que necesitan para prepararse y mantener a la gente segura”, añadió.
En Vermont, el retroceso de las inundaciones permitió a las autoridades concentrarse en recuperarse de un desastre que atrapó a los residentes en sus hogares, cerró carreteras y obstruyó calles y negocios con lodo y escombros. En la capital, Montpelier, donde las calles se inundaron el martes por la crecida del río Winooski, las autoridades dijeron que los niveles de agua en una represa río arriba parecían estables. “Parece que no se romperá. Está bien. Es un pendiente menos”, dijo el administrador de la ciudad, Bill Fraser.
El gobernador Phil Scott planeó recorrer las áreas afectadas por las inundaciones con Deanne Criswell, administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, el miércoles, un día después de que el Presidente Biden declarara una emergencia para Vermont y autorizara asistencia federal para casos de desastre.
“Ahora estamos viviendo el peor impacto de un desastre natural en el estado de Vermont desde 1927 cuando decenas de personas murieron en ese momento y gracias a Dios en este momento, no hemos visto muertes y todos esperamos que ese sea el caso”, dijo el senador demócrata por ese estado, Bernie Sanders.
La tormenta llegó lentamente a Nueva Inglaterra después de golpear partes de Nueva York y Connecticut el domingo. Algunas comunidades recibieron entre 180 y 230 milímetros de lluvia. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia el lunes en el condado de Orange, aproximadamente a 105 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, donde una mujer de 43 años fue arrastrada y falleció debido a las aguas rápidas en lo que Hochul llamó un “evento climático de 1 de cada 1.000 años” causado por el calentamiento global.
Las ciudades en el suroeste de Nueva Hampshire sufrieron fuertes inundaciones y deslaves en carreteras, y se esperaba que el río Connecticut superara el nivel de inundación el miércoles en Hartford y las ciudades del sur.
En tanto, en el sur de Estados Unidos, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una emergencia de inundación repentina en partes de Arkansas, y los meteorólogos advirtieron que se estaba desarrollando una “situación potencialmente mortal”.
La oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Shreveport, Louisiana, emitió una emergencia por inundación repentina para las ciudades de Stamps y Buckner, así como para las partes del “extremo noreste” del condado de Lafayette, en Arkansas. El meteorólogo senior de AccuWeather, John Feerick, dijo que las tormentas habían estado produciendo hasta 76 milímetros de lluvia por hora y, para aumentar la preocupación por las inundaciones, las tormentas se movían lentamente sobre las mismas áreas.
Pronóstico de 47 °C en Las Vegas
En el otro lado de la moneda, la ola de calor en el suroeste de Estados Unidos obligaba a tomar medidas de urgencia. Para colmo de males, la región ha quedado sin actividad monzónica que compense las temperaturas abrasadoras. En Arizona, la temporada del monzón comienza oficialmente el 15 de junio y puede traer fuertes tormentas.
El calor ha hecho que partes de Phoenix, la capital de Arizona, se sientan como un pueblo fantasma, según The Associated Press. Se cancelaron los conciertos al atardecer y los patios techados de los restaurantes equipados con vaporizadores refrigerantes quedaron vacíos.
En los últimos años, Phoenix ha tomado varias medidas para limitar los riesgos de enfermedades relacionadas con el calor. Cuando el Servicio Meteorológico Nacional emite una advertencia de calor excesivo, tres de las rutas de senderismo más populares de la ciudad cierran de 11 a.m. a 5 p.m.
En Phoenix, donde los termómetros marcan 37,7 °C al mediodía, el máximo podría superar los 43 °C por decimotercer día consecutivo. El pronóstico sitúa los máximos diarios de la ciudad por encima de esta última temperatura al menos hasta el próximo miércoles, lo que rompería el récord de 18 días por encima de esa marca establecido en junio de 1974.
En Las Vegas, la temperatura del mediodía del miércoles alcanzó los 38 °C y la máxima diaria podría alcanzar los 42,2 °C. La marca más alta de todos los tiempos de la ciudad desértica de 47 °C podría derrumbarse el domingo, dijo el servicio meteorológico.
Esta ola de calor prolongada cubrió una franja de EE.UU. que se extiende desde California hasta el sur de Florida el miércoles, y los meteorólogos esperan temperaturas que podrían romper récords en partes del suroeste en los próximos días.
Ante este escenario, el gobernador de California, Gavin Newsom, lanzó una nueva campaña destinada a proteger a los residentes del calor extremo. En declaraciones a CBS, Ashley Williams, secretaria de prensa de la oficina de planificación e investigación del gobernador, dijo que la nueva campaña de US$ 20 millones, Heat Ready CA, busca asegurarse de que los californianos conozcan las medidas de seguridad contra el calor. “Allí puede ir y hacer un plan para el calor extremo y eso incluye dónde ir para refrescarse, le informa sobre los signos de enfermedades por calor y cómo cuidar a sus amigos y familiares”, señaló al medio.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió avisos, alertas y advertencias de calor excesivo para las áreas en las que residen alrededor de 100 millones de estadounidenses. Se espera que las condiciones sofocantes permanezcan durante el fin de semana y más allá, indicó Reuters.
El calor peligroso será posible en el sur y el oeste del país la próxima semana, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional en Houston. El reporte señala que Houston tiene un riesgo moderado de calor excesivo, mientras que partes de Nuevo México, Arizona y el oeste de Texas tienen un alto riesgo de calor excesivo.
También se espera que el calor peligroso persista en partes de Florida en lo que es un comienzo cálido y seco de la temporada de lluvias del estado. Las temperaturas de la superficie del mar alrededor de Florida han alcanzado los niveles más altos registrados, con temperaturas promedio diarias frente a los Cayos el lunes de poco más de 90F, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Derek Manzello, coordinador del programa Coral Reef Watch de la NOOA, le dijo a CNN: “No esperábamos que este calentamiento ocurriera tan temprano en el año y que fuera tan extremo. Esto parece no tener precedentes en nuestros registros”.
Estos caóticos efectos del cambio climático llevaron a la firma de seguros de propiedad, Farmers Insurance, a informar que dejará de ofrecer cobertura en Florida para gestionar mejor su exposición al riesgo en un estado conocido por sus temporadas de huracanes. La medida afectará a unos 100.000 clientes en el estado del sol, donde varias aseguradoras se retiraron justo antes de la temporada alta de huracanes, según Quartz.
Esto significa que, si se produjera una tormenta severa, podría ser difícil para los clientes recibir los pagos de sus reclamos de seguros, escribió Gizmodo. El estado ha luchado por mantener saludable el mercado de seguros desde 1992, cuando el huracán Andrew arrasó con la ciudad de Homestead, acabó con algunas aseguradoras y dejó a muchas compañías temerosas de suscribir o renovar pólizas allí, informó The Associated Press.