Manifestantes atacaron este martes la embajada estadounidense en Bagdad (Irak) en protesta por los bombardeos de Estados Unidos contra una facción proiraní en los que murieron al menos 25 combatientes iraquíes el fin de semana, constataron periodistas de la agencia AFP.

Miles de manifestantes atravesaron los puestos de control que normalmente restringen el acceso a la Zona Verde de alta seguridad, donde está la embajada, gritando "Muerte a Estados Unidos".

Las fuerzas de seguridad se desplegaron delante de las puertas de la embajada, mientras que los manifestantes quemaron banderas estadounidenses y arrancaron las cámaras de seguridad.

Las personas que participaron de la movilización vestían uniforme de combatientes de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de paramilitares dominada por facciones chiitas proiraníes a la que pertenecen las brigadas de Hezbolá, la facción atacada en los bombardeos.

Algunas mujeres con banderas iraquíes y de las Fuerzas de Movilización Popular también participaron en la protesta.

Con pancartas que rezaban "El Parlamento debe expulsar a las tropas estadounidenses, si no, nosotros las echaremos" o "Cierren la embajada estadounidense de Bagdad". Gritaban: "Estados Unidos es el gran Satán". Además algunos de ellos escalaron muros gritando dichas frases.

De acuerdo a The Guardian, el personal diplomático había sido evacuado previamente cuando comenzaron a llegar los manifestantes, por lo que, el recinto se encuentra vacío.

Por su parte, el Presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró que el ataque a la embajada de Washington fue "orquestado" por Irán. "Ellos serán sindicados como los responsables", escribió el Mandatario en Twitter.

Trump además pidió al gobierno de Irak que use sus fuerzas de seguridad para resguardar el recinto.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1211981022084128768

Los bombardeos, que Washington ordenó en represalia por la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes contra una base en Irak, atizaron el sentimiento antiestadounidense.

El ataque con cohetes no fue reivindicado, pero Estados Unidos lo achacó a la facción chiita de las brigadas de Hezbolá.

Las Fuerzas de Movilización Popular, que ayudaron al poder iraquí en la lucha contra los yihadistas, fueron integradas en el ejército del país.