El domingo pasado, el Presidente francés, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Boris Johnson, cursaron la primera advertencia a Irán. Los tres líderes europeos exigieron entonces a las autoridades de la República Islámica que "volvieran al cumplimiento total del acuerdo" nuclear de 2015 y que cesaran las violaciones de los compromisos cometidos desde julio de 2019.

Y ayer Francia, Alemania y Reino Unido redoblaron la presión sobre Irán para que desista de violar el acuerdo nuclear, insistiendo en que quieren resolver las diferencias, pero a la vez iniciando un proceso que podría conducir a la reimposición de las sanciones suspendidas bajo el Pacto de Viena.

Los tres países, que firmaron el acuerdo en 2015 junto con EE.UU., Rusia y China, informaron en una carta al jefe de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, que no les quedaba otra alternativa que activar el "mecanismo de resolución de disputas" previsto en el pacto en vista de las violaciones de los compromisos por parte de Teherán. "No nos queda otra opción, dadas las medidas adoptadas por Irán", anunciaron los jefes de la diplomacia de los tres países, Jean-Yves Le Drian, Dominic Raab y Heiko Maas, en un comunicado conjunto.

El 5 de enero, Irán anunció la "quinta y última fase" de reducción de sus compromisos nucleares como reacción a la salida unilateral en 2018 de Estados Unidos del acuerdo, que dio paso a sanciones de Washington contra la República Islámica. "Al hacer esto, nuestros tres países no se suman a la campaña que tiende a ejercer una presión máxima contra Irán", agregaron, dejando entender que no querían unirse a la política de sanciones de Estados Unidos.

En ese sentido, los titulares de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania y Reino Unido enfatizaron que quieren "resolver el impasse mediante el diálogo diplomático constructivo" y no formularon amenazas de sanciones en su comunicado. El objetivo de la decisión de los tres países es "hallar soluciones y que (Irán) regrese al cumplimiento pleno en el marco de este acuerdo", reforzó Borrell.

"Respuesta enérgica"

Horas después, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní advirtió que habría una "respuesta seria y enérgica" a la decisión europea. Un portavoz de la Cancillería, Abbas Mousavi, recordó que el acuerdo se tambalea desde que EE.UU. se desvinculó de él y que, en el tiempo transcurrido desde entonces, "la parte europea no ha logrado cumplir sus obligaciones", lo que habría llevado a Teherán a "reducir" también su implicación, según la agencia Mehr.

Asimismo, el gobierno iraní acusó a las potencias europeas de adoptar una medida "pasiva" por seguir los dictámenes fijados por la administración de Trump. En este sentido, les advirtió de que puede haber consecuencias, en la medida en que Irán está dispuesto a "preservar el acuerdo", pero también baraja medidas contra quienes perjudiquen los avances logrados. "Por supuesto, si los europeos (...) buscan abusar (de este mecanismo de resolución de disputas), tienen también que estar preparados a aceptar las consecuencias, que ya les han sido notificadas", declaró la cancillería iraní.

Con todo, Mousavi dijo que Irán estaba "totalmente dispuesto a responder a todo esfuerzo de buena voluntad y constructivo" para mantener el acuerdo, informó la agencia oficial IRNA.

Según destaca France Presse, con esta iniciativa, los tres países europeos llevan la contraria a Trump, quien los instó a abandonar el pacto y decretar nuevas sanciones el 8 de enero, tras la escalada militar surgida a raíz de la muerte del general iraní Qassem Soleimani por un disparo de dron estadounidense. París, Londres y Berlín confían que la diplomacia y las negociaciones con Irán se retomen. Se trata, no obstante, precisa la agencia, de una "apuesta arriesgada", que podría verse empañada con las nuevas manifestaciones contra el régimen de Teherán.

Si bien Boris Johnson abogó ayer por sustituir el pacto de 2015 por "el acuerdo Trump" para "evitar que los iraníes se hagan con armas nucleares", Rusia denunció la decisión "profundamente decepcionante" de Francia, Alemania y Reino Unido. "No excluimos que las acciones irreflexivas de los europeos puedan conducir a una nueva escalada en torno al acuerdo sobre el programa nuclear iraní", declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.