Irán lanzó una andanada de unos 200 misiles contra Israel, que en su mayoría fueron derribados o no alcanzaron sus objetivos, intensificando un conflicto en Medio Oriente que ahora depende de si Israel decide tomar represalias y de qué manera.
“En este momento no detectamos amenazas aéreas adicionales de Irán”, dijo el portavoz militar israelí Daniel Hagari. El Ejército de Israel señaló que tomaría represalias y reconoció que está en alerta máxima tanto ofensiva como defensiva. “Este ataque tendrá consecuencias”, afirmó Hagari. “Tenemos planes y operaremos en el lugar y el momento que decidamos”.
Los israelíes recibieron mensajes en sus teléfonos del comando del frente interno del país informándoles que era seguro abandonar los refugios antiaéreos. El espacio aéreo israelí se reabrió después del ataque, dijo un portavoz de la autoridad aeroportuaria israelí.
Al menos una persona murió durante el ataque, un palestino de la ciudad cisjordana de Jericó, después de ser alcanzado por la metralla de un interceptor israelí, dijo un funcionario israelí.
La Casa Blanca había advertido anteriormente que Irán se estaba preparando para lanzar un ataque con misiles balísticos contra Israel. El ataque se produjo días después de que Israel matara al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y horas después de que el Ejército israelí confirmara una operación militar limitada dentro de Líbano.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán dijo que había lanzado “decenas de misiles balísticos” en respuesta al asesinato de Nasrallah y el comandante de la Guardia, Abbas Nilforoushan. Advirtió que cualquier represalia israelí se respondería con “más actos aplastantes y destructivos”.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos y otros países habían “derrotado efectivamente” el ataque de Irán contra Israel.
“Demostramos una vez más nuestro compromiso con la defensa de Israel”, afirmó, refiriéndose al ataque iraní contra Israel en abril en el que casi todos los misiles fueron interceptados. “Seguiremos en contacto muy estrecho con Israel y otros socios en la región en las próximas horas y días”.
El Pentágono dijo que Irán disparó unos 200 misiles balísticos en su ataque del martes. Eso se compara con los 120 misiles balísticos en el primer ataque directo de Irán contra Israel en abril, cuando también disparó 30 misiles de crucero y más de 150 drones. Una gran cantidad de misiles del martes fueron interceptados, algunos de ellos derribados por fuerzas estadounidenses en la región, detalló un funcionario de defensa de Estados Unidos. Algunos de los misiles del martes impactaron en las regiones central y sur del país, informó Hagari de Israel.
La misión iraní ante las Naciones Unidas no respondió a una solicitud de comentarios.
Israel había indicado que un ataque iraní tendría graves consecuencias para Teherán. Durante un discurso pronunciado la semana pasada en la ONU, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo: “Si nos atacan, los atacaremos”. El lunes publicó un video en inglés dirigido a los iraníes, instando a que se rebelen contra el régimen de su nación.
En las últimas dos semanas, Israel ha lanzado cientos de ataques contra los líderes de Hezbolá y sus proveedores de armas. Esos ataques también han matado a más de 1.600 personas en Líbano y han obligado a casi un millón a huir de sus hogares.
Estados Unidos y sus socios de Medio Oriente ayudaron a frustrar el ataque iraní de abril, la primera vez que Irán lanzó armas directamente contra Israel desde que el régimen llegó al poder en 1979. Teherán tiene un Ejército más débil en comparación con Israel y teme iniciar una guerra más grande, por lo que los analistas sospecharon que calibraría un ataque para parecer duro, pero no provocar una amplia represalia por parte de Israel.
El lunes por la noche, Irán envió un telegrama a los funcionarios árabes de la región para informarles que iba a lanzar un ataque contra Israel de escala similar al de abril. Israel envió mensajes claros a Irán de que respondería a cualquier ataque contra territorio israelí, sin importar cuán pequeño o grande fuera y que no importaba si había víctimas o no. Israel dijo específicamente que atacaría directamente las instalaciones nucleares o petroleras de Irán, indicaron los funcionarios árabes.
El ataque de Irán le da a Israel motivos para contraatacar directamente contra territorio iraní, un resultado que podría desencadenar una guerra regional, dijo Mohanad Hage Ali, subdirector del Malcolm H. Kerr Carnegie Middle East Center, un instituto de investigación en Beirut.
Israel lanzó sólo una respuesta limitada al primer ataque de Irán desde su territorio en abril, después de que Estados Unidos y otros aliados ayudaran a repeler el ataque con aviones no tripulados y misiles. Netanyahu podría dar otra vez una respuesta limitada para concentrarse en una ofensiva israelí contra la milicia Hezbolá, respaldada por Irán, en Líbano, afirmó Hage Ali.
“Teniendo en cuenta la estrategia que Netanyahu ha adoptado en el pasado, podría tener más sentido que responda de la misma manera y luego se concentre en el frente libanés”, comentó.
Bilal Saab, exfuncionario del Pentágono y ahora director de la Práctica de Estados Unidos y Oriente Medio en TRENDS Research and Advisory, un think tank con sede en Emiratos Árabes Unidos, dijo: “Israel siente que esta es una oportunidad única para herir a todos sus adversarios y posiblemente asestarles un golpe mortal”.
Afshon Ostovar, experto en el Ejército iraní en la Escuela Naval de Posgrado en Monterey, California, apuntó que el ataque de Irán no tenía ningún propósito estratégico más allá de la esperanza de que Israel lo pensara dos veces la próxima vez que quisiera atacar activos o aliados iraníes. Pero podría provocar una respuesta israelí y exacerbar aún más el conflicto.
Esto podría, a su vez, marcar un cambio con respecto a décadas en las que Irán logró mantener el conflicto armado lejos de sus fronteras, armando, entrenando y financiando milicias en toda la región para extender la huella militar de Teherán, sin que las fuerzas iraníes se involucraran directamente en enfrentamientos con Israel o soldados estadounidenses. “Tanto si Israel responde rápidamente como si no, el ataque de Irán inevitablemente ha expandido la guerra y la ha empujado hacia un camino cada vez más peligroso e impredecible”, advirtió Ostovar.
Estados Unidos había ordenado el envío de fuerzas militares adicionales a Medio Oriente para ayudar a disuadir un ataque iraní y defender a Israel. En los últimos días, el Pentágono envió capacidades de defensa aérea adicionales, incluido el aumento del número de aviones de combate para ayudar a derribar misiles iraníes, y ordenó a un portaaviones, el USS Abraham Lincoln, que permaneciera en la región en lugar de regresar a casa como estaba previsto.
Dos destructores de misiles guiados estadounidenses en la región participaron en el intento de derribar los misiles entrantes, disparando aproximadamente una docena de interceptores, dijo el portavoz del Pentágono, el mayor general Pat Ryder. Según Ryder, los daños en tierra fueron mínimos.
El aumento de la cantidad de aviones implica el envío de tres escuadrones de F-16, F-15E y A-10, que se sumarán a los F-16, F-15 y A-10 que ya están desplegados en la región. La decisión de enviar más F-16 y F-15E estadounidenses es significativa porque desempeñaron un papel en el derribo de misiles y drones iraníes en abril.
Los escuadrones adicionales llegarán en horarios escalonados en los próximos días, dijo un funcionario de defensa de EE.UU., y el escuadrón A-10 ya aterrizó, según el Comando Central de EE.UU.
Un escuadrón F-22 llegó en agosto, entre los primeros en ser desplegados como parte del aumento de las defensas aéreas de EE.UU., señaló el funcionario de defensa.
Se espera que el grupo de ataque del portaaviones USS Harry S Truman llegue al mar Mediterráneo en los próximos días, indicaron funcionarios de defensa de EE.UU.
Estados Unidos también ha posicionado buques de guerra capaces de derribar misiles balísticos entrantes en la región. Hay tres destructores con capacidad de defensa contra misiles balísticos en el Mediterráneo oriental, cuatro en el mar Rojo y uno en el golfo de Omán junto al portaaviones, según un funcionario del Pentágono.