El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, dijo hoy que su país afrontará la discusión sobre la gestión de la inmigración en el Consejo Europeo con un enfoque solidario, del mismo modo que Dublín pide al resto de Estados miembros solidaridad en el debate del "brexit".

"Estamos buscando solidaridad en el 'brexit', así que tenemos que darla en otros temas", declaró Varadkar a su llegada a la cumbre europea que se celebra hoy y mañana en Bruselas.

Hay que entender, señaló, que "los factores que llevan a la gente a arriesgar sus vidas para cruzar el desierto del Sahara y embarcarse en peligrosos botes en el Mediterráneo para dejar África hacia Europa" responden a que esas personas viven en países inseguros, mal gobernados y sin oportunidades.

El primer ministro irlandés, que avanzó que Dublín ofrecerá acoger 2.000 inmigrantes de Italia y Grecia, se refirió a la "solidaridad" como uno de los tres grandes ejes en los que debe apoyarse la gestión de la inmigración en la UE.

El segundo es, puntualizó, darse cuenta de que no se trata de una crisis migratoria porque las llegadas han caído considerablemente, sino de una "crisis política porque los partidos antiinmigración han tenido mucho éxito".

En su opinión, "tenemos que responder a la realidad de esto" porque "los europeos tienen miedo a que la inmigración vuelva a los niveles de hace dos o tres años".

Como último punto en materia de inmigración, Varadkar apuntó a la necesidad de seguir "reforzando la seguridad de las fronteras" a través de Frontex.

De cara al debate de mañana sobre el estado de la negociación sobre el "brexit" entre los veintisiete Estados miembros que permanecerán en la UE tras la salida del Reino Unido en marzo próximo, el primer ministro aseguró que descarta una frontera "dura" entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Aseguró al respecto que no se va a acordar "nada que dé lugar a una frontera dura".

"No nos estamos preparando para ninguna frontera en tierra", pero Irlanda, como otros países, sí preparará escenarios para una falta de acuerdo en la gestión de puertos y aeropuertos, aunque esa perspectiva sea "poco probable", añadió.

"Queremos un acuerdo, necesitamos un acuerdo" para que no haya una ruptura brutal en marzo del próximo año, recalcó Varadkar.

No obstante, el jefe del Gobierno irlandés rechazó el deseo británico de separar las cuatro libertades del mercado único, de libre tráfico de personas, capitales, bienes y servicios, para facilitar una transición sosegada porque "la Unión Europea empezaría a romperse".

"Somos veintisiete países, el Reino Unido es uno. Somos 500 millones de personas, el Reino Unido 60 millones. Hay que darse cuenta y comprender ese dato básico", recalcó.