Irlanda y la República Checa entraron este viernes en escena en el segundo día de las elecciones europeas: la primera vota bajo el signo del Brexit y el anuncio de la 'premier' británica Theresa May de su próxima dimisión, y la segunda bajo el del movimiento populista del controvertido primer ministro Andrej Babis, que parte como favorito.
Sin embargo, el esperado ascenso de las fuerzas nacionalistas y de extrema derecha podría acabar no siendo tal a juzgar por lo ocurrido en Holanda la víspera, donde los sondeos a pie de urna dan como ganadores a los socialistas.
Durante cuatro días de votaciones, más de 400 millones de electores están llamados a las urnas en 28 países para designar a sus 751 representantes. El Reino Unido y Holanda dieron el puntapié inicial el jueves, pero la mayoría votan el domingo y no empezará a haber resultados oficiales hasta que el último colegio electoral cierre esa noche.
Estas son las novenas elecciones al Parlamento Europeo desde que comenzaron en 1979 y la participación ha ido decayendo cada vez, para llegar al 43% en 2014.
La caída de May
En la República de Irlanda, donde los colegios electorales abrieron a las 07H00 (06H00 GMT), la mayoría de los principales partidos se movilizaron para reforzar el lugar de su país en el proyecto europeo, buscando atenuar las consecuencias para su economía de la salida de su vecino británico, ahora aplazada hasta el 31 de octubre.
"Nuestra economía sufrirá mucho, mucho", decía a la AFP William Quinn, de 66 años, tras votar en la localidad norirlandesa de Newry, a escasos 9 km de la frontera con la República de Irlanda. "Aquí estamos a dos minutos de la frontera y dependemos del comercio norte-sur", agregaba ilustrando una preocupación generalizada en toda la isla.
El Brexit ya se ha cobrado la cabeza de la primera ministra británica Theresa May, que este viernes anunció que dejará el cargo dentro de dos semanas, muy desgastada por la interminable saga de salida de la UE.
Seguido en todos los países europeos, este serial es de particular interés para los irlandeses, cuyo socio comercial más cercano es el Reino Unido, y que temen el retorno de una frontera física con Irlanda del Norte, una provincia británica, en caso de Brexit sin acuerdo.
Los eurodiputados irlandeses son actualmente 12, pero el país debe ganar dos escaños cuando el Reino Unido salga de la Unión Europea y se repartan los 73 asientos que los británicos dejarán vacantes. Pero Irlanda, como el resto de países del bloque, solo podrá ocupar esos escaños una vez que Londres haya hecho efectiva su salida de la UE.
En las mismas elecciones, los irlandeses están llamados a pronunciarse por referéndum sobre la modernización de la ley de divorcio en su país, donde los vientos de cambio y apertura sacudieron en los últimos años la muy arraigada tradición católica.
Pendientes de los populismo
La República Checa, por su parte, organiza una votación en dos días por lo que el viernes los centros electorales solo abrieron a las 14H00 (12H00 GMT).
Allí, parte en cabeza el movimiento populista Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO, por sus siglas en checo) del multimillonario Babis, a pesar de la ola de protestas contra el primer ministro que recientemente sacudieron al país, miembro de la UE desde 2004.
"Es importante para ANO conservar su imagen de partido victorioso", dice a la AFP el politólogo Josef Mlejnek, de la Universidad Carolina de Praga.
Imputado por presunto fraude a las subvenciones europeas, Babis, de 64 años, fue también blanco de una investigación de la UE sobre un posible conflicto de intereses entre sus actividades políticas y sus negocios.
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Primer ministro de la República Checa, Andrej Babis deposita su voto. AP[/caption]
Decenas de miles de checos salieron a la calle hace diez días para pedir su dimisión y la de su nueva ministra de la Justicia, a quien los manifestantes acusan de querer frenar las acciones judiciales contra el magnate.
Pese a todo, según un sondeo efectuado del instituto Median, el ANO ganaría las elecciones europeas en su país con más del 25% de los votos, por delante de los derechistas del ODS y del Partido Pirata, cada uno con 14% de intención de voto.
En gran parte del continente las encuestas predicen un aumento de los movimientos nacionalistas y populistas, que se oponen al proyecto de avanzar hacia una mayor integración europea, y una pérdida de terreno para los dos grandes grupos en la Eurocámara: el Partido Popular Europeo (PPE, conservador) y el Partido Socialista Europeo (PSE).
Según los últimos sondeos, en Francia el partido ultraderechista de Marine Le Pen superaría al del presidente Emmanuel Macron y en Italia la Liga de Matteo Salvini lidera los sondeos con su discurso antieuropeo.
En el Reino Unido, fue el Partido del Brexit quien partió como claro favorito el jueves, aupado por el hartazgo de los británicos ante la incapacidad de los políticos para hacer efectiva la salida del país de la UE.