Irlanda hizo historia. Con un 66,4% a favor los irlandeses votaron a favor de la legalización al derecho del aborto libre según los resultados divulgados este sábado.

De manera masiva, la mayoría de los 2,1 millones de irlandeses que votaron con derogar la octava enmienda de la Constitución de Irlanda que prohibía la interrupción voluntaria del embarazo.

Se trata de una decisión histórica en un país con fuertes raíces católicas, donde el 33,6% de los votantes rechazaron este referéndum.

Poco más de 3,2 millones de personas estaban ayer convocadas para decidir sobre una reforma de la Constitución que permita después suavizar la ley actual, cuyas restricciones obligan a miles de mujeres a viajar cada año al extranjero para abortar.

El resultado oficial se ha quedado tres puntos por debajo de las previsiones de una encuesta efectuada a pide urna por la cadena pública RTE, que estimó que el "sí" obtuvo el 66 % de apoyo de los hombres y el 72 % de las mujeres, mientras que el de los jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y 24 años subió hasta el 87%.

El único grupo de edad que dijo "no" fue el de los mayores de 65 años, el 58%, un resultado que los expertos atribuyen a la influencia que mantiene la Iglesia Católica en ese sector de la población, a pesar de los escándalos de abusos sexuales a menores.

La diferencia entre las zonas urbanas y rurales tampoco fue tan grande como se esperaba y el "sí" se impuso en ambas, con el 72% y 63%, respectivamente, si bien el estudio de la RTE demuestra que el electorado sigue siendo más conservador fuera de las grandes ciudades, en las que se concentra la población más joven.

El Gobierno había pedido a la ciudadanía que se pronunciara sobre la eliminación de la llamada "octava enmienda", incluida en 1983 en la Constitución y que garantiza de igual manera el derecho a la vida del "no nacido" y de la madre.

De acuerdo con esta previsión, la ley promulgada en 2013 por el Ejecutivo del Fine Gael, la primera en la historia de Irlanda, solo permite la interrupción del embarazo en las circunstancias excepcionales citadas, una situación que cambiará radicalmente antes de finales de este año.