El Consejo de Ministros de Israel aprobó el domingo un plan para que los fondos fiscales palestinos congelados queden en manos de un tercer país, y se reservó el derecho a decidir cuándo se transferirá el dinero a la Autoridad Palestina (AP).
En virtud de los acuerdos de paz provisionales, el Ministerio de Finanzas de Israel recauda impuestos en nombre de los palestinos y realiza transferencias mensuales a la AP, que tiene un autogobierno limitado en la Cisjordania ocupada.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) declaró el domingo que quería el dinero en su totalidad y que no aceptaría condiciones que le impidieran pagar a su personal, incluso en Gaza.
“Cualquier deducción de nuestros derechos financieros o cualquier condición impuesta por Israel que impida a la AP pagar a nuestra gente en la Franja de Gaza es rechazada por nosotros”, dijo Hussein Al-Sheikh, secretario general del comité ejecutivo de la OLP, en la plataforma de redes sociales X.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la decisión del gabinete contaba con el apoyo de Noruega y Estados Unidos, que será garante para que el marco se mantenga.