Israel dijo que bombardeó la sede de los servicios de inteligencia de Hezbolá en Beirut y estaba evaluando los daños el viernes, tras una serie de ataques contra altos cargos del grupo que el líder supremo de Irán tachó de contraproducentes.
Israel ha estado considerando sus opciones de respuesta a un ataque con misiles balísticos que Irán llevó a cabo el martes en respuesta a la acción militar israelí en Líbano.
Los precios del petróleo han subido ante la posibilidad de un ataque contra las instalaciones petrolíferas de Irán, mientras Israel busca hacer retroceder a los militantes de Hezbolá en Líbano y eliminar a sus aliados de Hamás en Gaza.
El ataque aéreo contra Beirut, que forma parte de un asalto más amplio que ha expulsado de sus hogares a más de 1,2 millones de libaneses, iba dirigido contra el posible sucesor del líder de Hezbolá, Sayed Hasán Nasralá, apoyado por Irán y que fue asesinado por Israel hace una semana.
La suerte de Hashem Safieddine no estaba clara y ni Israel ni Hezbolá han hecho comentarios al respecto.
Se oyó una explosión y se vio humo sobre los suburbios del sur de Beirut a primera hora del sábado, según testigos de Reuters, mientras el ejército israelí emitía tres alertas para que los residentes de la zona fueran evacuados inmediatamente.
En un comunicado emitido a primera hora del sábado, Hezbolá también afirmó que el ejército israelí estaba intentando infiltrarse en la localidad libanesa de Odaisseh, en el sur del país, y que allí continuaban los enfrentamientos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el viernes que pensaría en alternativas a atacar los campos petrolíferos iraníes si estuviera en el lugar de Israel, y añadió que cree que su aliado aún no ha concluido cómo responder a Irán.
El Gobierno de Líbano dice que más de 2.000 personas han muerto allí en el último año, la mayoría en las últimas dos semanas.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, calificó la cifra de civiles muertos de “totalmente inaceptable”.
El Gobierno libanés ha acusado a Israel de atacar a civiles, y ha subrayado el hecho de que hayan muerto decenas de mujeres y niños. Beirut no ha desglosado la cifra global entre civiles y combatientes de Hezbolá.
Israel afirma que ataca capacidades militares y toma medidas para mitigar el riesgo de daños a civiles. Acusa a Hezbolá y Hamás de esconderse entre la población civil, lo que ellos niegan.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que esta semana había muerto un estadounidense en Líbano y que Washington estaba trabajando para comprender las circunstancias del incidente.
Israel ha iniciado una intensa campaña de bombardeos en Líbano y ha enviado tropas al otro lado de la frontera en las últimas semanas, tras casi un año de intercambio de disparos con Hezbolá. Hasta ahora, los combates se habían limitado principalmente a la zona fronteriza entre Israel y Líbano, en paralelo a la guerra que Israel libra desde hace un año en Gaza contra el grupo palestino Hamás.
Israel afirma que su objetivo es permitir el regreso seguro de decenas de miles de ciudadanos a sus hogares en el norte de Israel, bombardeado por Hezbolá desde el 8 de octubre del año pasado.
Los ataques israelíes han eliminado a gran parte de la cúpula militar de Hezbolá, incluido su secretario general, Nasralá, en un ataque aéreo el 27 de septiembre.
La violencia se da cuando se acerca el aniversario del ataque de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas y en el que unas 250 fueron tomadas como rehenes, según los recuentos israelíes.
El posterior ataque israelí contra Gaza ha causado la muerte de casi 42.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, y ha desplazado a casi toda la población del enclave, de 2,3 millones de habitantes.
Irán promete no retroceder
La salva de misiles iraní fue en parte una represalia por el asesinato por Israel del secretario general de Hezbolá, Nasralá, una figura dominante que había convertido al grupo en una poderosa fuerza armada y política con alcance en todo Oriente Próximo.
El líder iraní, el ayatolá Alí Jamenéi, dijo ante una gran multitud en Teherán que Irán y sus aliados regionales no darían marcha atrás.
Los adversarios de Israel en la región deben “redoblar sus esfuerzos y capacidades (...) y resistir al enemigo agresivo”, dijo Jamenei en una rara aparición dirigiendo la oración del viernes, en la que mencionó a Nasralá y calificó de legal y legítimo el ataque de Irán contra Israel.
Afirmó que Irán no “pospondrá ni actuará precipitadamente para cumplir con su deber” de enfrentarse a Israel.
La agencia de noticias semioficial iraní SNN citó al subcomandante de la Guardia Revolucionaria Ali Fadavi diciendo el viernes que si Israel atacaba, Teherán golpearía las instalaciones energéticas y de gas israelíes.
Barak Ravid, periodista de Axios, citó a tres funcionarios israelíes que afirmaban que el oficial de Hezbolá Safieddine, del que se rumoreaba que era el sucesor de Nasralá, había sido atacado en un búnker subterráneo de Beirut durante la noche.