Israel corta el suministro eléctrico a la Franja de Gaza y pone en riesgo el servicio de agua potable
La medida ha afectado a una planta de desalinización que produce agua potable para parte del enclave palestino.
La crisis humanitaria en la Franja de Gaza está viviendo un nuevo capítulo, ya que el gobierno de Benjamin Netanyahu tomó la decisión de cortar la electricidad en el enclave palestino como método para presionar a Hamas en la liberación de los restantes rehenes israelíes en su poder. Sin embargo, la medida amenaza con agravar más la situación en ese territorio, al afectar a la planta desalinizadora que genera agua potable.
El grupo islámico, que ha advertido que cortar los suministros afectará a los rehenes, declaró el domingo que concluyó la última ronda de conversaciones sobre el alto al fuego con mediadores egipcios sin cambios en su posición. El gobierno de Netanyahu advirtió que, si no se entrega a los cautivos restantes, se reanudarán los ataques contra Gaza
Según varias organizaciones de derechos humanos, el corte del suministro eléctrico traerá más consecuencias negativas para los dos millones de palestinos que viven en ese territorio y que ya enfrentan dificultades por el conflicto. Ello, porque la planta desalinizadora en Deir el Balah, en el centro de Gaza, ha pasado de producir unos 18.000 metros cúbicos de agua potable diarios a 2.500 metros cúbicos, confirmó este lunes a EFE la ONG israelí Gisha, dedicada a proteger el derecho de los palestinos a la libertad de movimiento.

Esto se traduce en una reducción del 86% de su producción, lo que, según afirman las autoridades locales del municipio de Deir el Balah, podría provocar “una grave crisis hídrica que puede conducir a un desastre humanitario” entre una población civil de más de 500.000 palestinos dependientes de esta fuente de agua.
Desde el 9 de marzo, la planta funciona con paneles solares y generadores eléctricos a base de combustible, al igual que la mayoría de infraestructuras en el enclave devastado, incluidos hospitales.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su preocupación por la decisión de Israel de limitar el suministro eléctrico que llega a Gaza, ya que esta decisión reducirá sustancialmente la disponibilidad de agua potable, según informó su portavoz, Stéphane Dujarric.

Además, Dujarric dijo a la prensa que “a partir de hoy (lunes), la instalación funcionará con generadores de reserva, lo que reducirá la capacidad de producción de agua” y aseguró que reestablecer el suministro eléctrico es “vital” para decenas de miles de familias y niños.
Por otra parte, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó de que todos los cruces hacia Gaza llevan ya nueve días consecutivos cerrados a la entrada de mercancías, incluyendo el de Kerem Shalom, lo que está afectando gravemente a la entrega de ayuda humanitaria en toda la Franja.
Amnistía Internacional, en tanto, advirtió sobre la situación deteriorada en Gaza y expresó que el enclave “ya sufre un desastre hídrico y de saneamiento por los daños y la destrucción abrumadores que las operaciones militares de Israel y el bloqueo permanente han causado a esa infraestructura. El bloqueo total del abastecimiento de combustible también amenaza con paralizar otras instalaciones hídricas, como los pozos”.

Además, advirtieron que “no se debe permitir que Israel utilice el agua como arma de guerra. El combustible, los alimentos, el alojamiento y los demás suministros indispensables para la supervivencia de la población civil son un asunto de vida o muerte, no un medio para ejercer presión en las negociaciones”.
Países Árabes como Arabia Saudita, Qatar y Jordania condenaron este martes la orden de Israel de cortar el suministro eléctrico a la Franja de Gaza, algo que consideraron una violación del derecho internacional, al tiempo que pidieron a la comunidad internacional que adopte medidas para restablecer este servicio en el enclave palestino.
El Ministerio de Relaciones Exteriores saudita manifestó en un comunicado “su más enérgica condena al uso de castigos colectivos por parte de las autoridades de ocupación israelíes contra los palestinos de Gaza cortando el suministro eléctrico a la zona” y rechazó las “violaciones del derecho internacional humanitario por parte de Israel”. En igual sentido se expresaron los cancilleres de Qatar y Jordania.
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