Israel no detectó señales a simple vista de que Hamas estaba a punto de atacar, según la primera investigación del 7 de octubre

La primera comisión militar israelí sobre los ataques del 7 de octubre de 2023 concluyó que los funcionarios militares fueron tomados por sorpresa por el asalto provocado por Hamas después de malinterpretar gravemente las intenciones del grupo militante y subestimar enormemente sus capacidades, justo antes del ataque.

Las señales de un ataque inminente estaban por todas partes, pero incluso los preparativos de Hamas, tan evidentes como la activación de tarjetas SIM israelíes y el traslado de sus fuerzas a puntos de concentración designados la noche del 6 de octubre de 2023, no fueron tratados con urgencia por los funcionarios israelíes, concluyó el informe.

Esos funcionarios creían que Hamas estaba realizando un ejercicio militar, preparándose para defenderse de un ataque de Israel, o posiblemente preparando pequeñas incursiones transfronterizas. Los indicadores recordaban los acontecimientos del año anterior, lo que reforzaba la idea errónea entre los funcionarios militares de que no había nada fuera de lo normal.

Los hallazgos, resultado de la investigación de más alto nivel sobre el peor ataque a Israel en las ocho décadas de historia del país, arrojan nueva luz sobre la escala de los fallos de inteligencia israelíes y el alcance de la planificación de Hamas. Los funcionarios interpretaron mal a Hamas, descartaron documentos de planificación que apuntaban a un ataque del grupo y pasaron por alto pistas sobre los preparativos del ataque en múltiples frentes que desencadenó más de un año de combates y sacudió Medio Oriente.

Los detalles probablemente provocarán un mayor ajuste de cuentas en Israel, donde ningún político y sólo un puñado de figuras militares han renunciado por los fracasos, aunque el informe no asigna culpas.

Horas antes del ataque, altos funcionarios militares se quedaron despiertos hasta altas horas de la noche discutiendo el comportamiento sospechoso de Hamas ese día. El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, ordenó a sus adjuntos que reunieran más información para una reunión informativa al día siguiente. Nadie pensó que el tiempo fuera un factor crítico, dijeron funcionarios israelíes.

Sin embargo, el general de mayor rango en el norte de Israel fue convocado esa noche a la sede del ejército en Tel Aviv. El ejército israelí estaba preocupado por un posible ataque en el norte de Israel por parte de militantes de Hezbolá del Líbano después de meses de tensión con el grupo, lo que convirtió a Gaza en un punto ciego que, en última instancia, se convirtió en un blanco fácil para Hamas.

Los gobernantes de Gaza, que habían mantenido un perfil bajo durante dos años después de una lucha de una semana con Israel en 2021, aprovecharon ese sábado de octubre, estallando en la frontera en la festividad judía de Simjat Torá, cuando había menos tropas a lo largo de la frontera de lo habitual.

Según el informe, al planificar un ataque desde Gaza, los estrategas militares israelíes supusieron que, en el peor de los casos, Hamas intentaría abrir una brecha en cuatro u ocho puntos de la frontera. De hecho, los militantes atacaron casi 60 de ellos.

El primer objetivo de Hamas fue la base israelí responsable de la zona que rodea la Franja de Gaza, donde mató a los principales comandantes y eliminó las capacidades de inteligencia de Israel en la zona. El ataque dejó a Israel ciego durante tres horas mientras se desarrollaba la operación más amplia y permitió que oleadas de militantes cruzaran la valla hacia Israel sin oposición.

Los militantes tuvieron vía libre para atacar bases militares, matar civiles en una fiesta en el desierto y en comunidades agrícolas. En total, 1.200 miembros del personal de seguridad y civiles fueron asesinados ese día y 251 personas fueron tomadas como rehenes. Se necesitaron cinco horas y media para que llegaran refuerzos a la zona y tres días para repeler por completo a los atacantes.

“Nadie en ningún lugar de Israel pudo decir a las 6:29 am del 7 de octubre que Hamas estaba a punto de realizar un ataque importante contra Israel”, en referencia al momento en que Hamas disparó 1.400 cohetes contra Israel para desviar la atención de su invasión terrestre. “No había tal persona en nuestro sistema”.

Israel tenía soldados regulares en los servicios de inteligencia y observadores sobre el terreno que advirtieron que Hamas estaba planeando un ataque, pero esa información no fue suficiente para disuadir a los altos funcionarios de inteligencia de la evaluación general de que Hamas no quería una guerra.

Incluso después de descubrir en 2022 un plan de Hamas para atacar el sur de Israel, los funcionarios del país determinaron que el documento, llamado Operación Muro de Jericó, era más una aspiración que un manual de asalto real y que Hamas no estaba interesado en iniciar una guerra.

El plan teórico para un ataque al sur de Israel había sido aprobado por Hamas en 2019 y recibió la aprobación operativa en agosto de 2021. En abril de 2022, Hamas ya estaba considerando fechas para el ataque, que solo era conocido por unos pocos elegidos, pero para el cual miles de agentes se habían entrenado durante años en preparación.

“Terminamos con una estrategia que se vino abajo el 7 de octubre”, dijo un alto funcionario militar que informó a los periodistas antes de que el jueves se hiciera público el resumen de la investigación. El ejército no ha dicho cuándo se hará público el informe completo.

Algunos miembros de Hamas habían planeado un ataque sorpresa contra Israel en 2014, pero no se les permitió, según la investigación. Ese verano estalló una guerra y los funcionarios de Hamas se marcharon con poco más que la comprensión de que el siguiente gran conflicto tendría que empezar con un ataque sorpresa, dijeron los funcionarios israelíes.

Los orígenes del ataque del 7 de octubre se remontan a 2016, con el ascenso a las filas de liderazgo del ahora fallecido líder del grupo, Yahya Sinwar, según la investigación.

Israel creía que Hamas estaba concentrado en construir un Estado en Gaza y tratar de tomar el control de Cisjordania antes de cualquier confrontación importante. Eso era cierto, dijeron los funcionarios israelíes, hasta que Sinwar tomó el control y reorientó al grupo hacia un ataque directo contra Israel. Pero la inteligencia israelí pasó por alto el cambio estratégico, dijo la investigación.

Hamas lanzó el ataque en octubre de 2023, según dijeron sus propios funcionarios, después de ver la agitación interna en Israel causada por un controvertido plan para reformar el poder judicial del país.

A medida que el ataque se acercaba a su clímax, Mohammed Deif, el jefe militar del grupo terrorista designado por Estados Unidos, llamó a todos los habitantes de Gaza a tomar todas las armas que pudieran y asaltar Israel, momento en el que miles de civiles irrumpieron en la frontera, saqueando y participando en actos de violencia. Al mediodía del 7 de octubre de 2023, había 5.600 militantes y civiles de Gaza dentro de Israel. Israel solo tenía cientos de soldados defendiendo la frontera esa mañana.

A las 6:29 am, mientras Hamás disparaba cohetes, 1.500 combatientes invadieron.

“Estamos en guerra”, dijo por radio el comandante de la brigada israelí Asaf Hamami a las 6:45 am.

Las primeras horas del ataque fueron las más dañinas y letales para Israel, porque no tenía vigilancia sobre el terreno después de que su cadena de mando fuera destruida. Algunos soldados y comandantes se dirigieron al sur de Israel después de ver noticias sobre el ataque en las redes sociales, pero los refuerzos a gran escala tardaron horas en llegar.

“El gran desafío en esas horas críticas fue entender qué estaba pasando”, dijo un segundo alto oficial militar.

Israel tenía uno o dos drones en el aire en el momento en que comenzó el ataque, pero carecía de fuerzas suficientes en tierra. El ejército dijo que los incidentes de fuego amigo fueron limitados, pero no especificó una cifra.

Hamas engañó a Israel haciéndole creer que su prioridad eran las concesiones económicas para fortalecer su dominio sobre Gaza, dijeron los funcionarios militares israelíes.

Hamas se mantuvo al margen de los combates entre Israel y otro grupo militante más pequeño en Gaza tras su batalla de 2021 con Israel. Eso llevó a los funcionarios israelíes a asumir que Hamas había sido disuadido.

Un aspecto crucial es que Israel no calculó bien en qué medida Hamas pensaba que Irán, el grupo militante libanés Hezbolá, los palestinos de Cisjordania y los propios ciudadanos palestinos de Israel se sumarían a la batalla. Hamas, en última instancia, nunca recibió el respaldo total de ninguno de estos grupos, aunque Hezbolá lanzó cohetes a través de la frontera israelí, creando una guerra en dos frentes que dividió a las fuerzas israelíes.

Un funcionario israelí dijo que no había habido ninguna crítica interna real de su modo de pensar. En las últimas décadas, la inteligencia militar se había apartado de su misión clave de proporcionar una alerta temprana y se había involucrado profundamente en el suministro de inteligencia táctica para las operaciones militares más amplias de Israel.

“Los detalles de inteligencia específicos que surgieron durante esa noche [del 6 de octubre de 2023] no fueron lo suficientemente contundentes como para romper una concepción que había existido durante años”, dijo el funcionario.

La conclusión central de la investigación fue que Israel no puede permitir que crezcan las amenazas en su frontera, como ocurrió con Hamas y Hezbolá.

El informe recomienda que Israel establezca una unidad de inteligencia cuyo único propósito sea evaluar las señales de advertencia, aumentar significativamente el tamaño del ejército y reforzar las defensas fronterizas.

Los sobrevivientes del 7 de octubre han estado presionando para que se cree una comisión de investigación estatal formal, que tendría más poder para exigir responsabilidades a los cuerpos o individuos. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha rechazado la demanda y ha dicho que Israel debe primero terminar la guerra.