El centro médico más grande de Israel y trabajadores de la salud de los hospitales de todo el país se han pronunciado en contra de los comentarios de los aliados de Benjamin Netanyahu que piden una ley que permita la discriminación hacia las personas LGBTQ en hospitales y negocios.
Esto fue parte de una serie de llamados hechos esta semana por políticos del sionismo religioso que pedían discriminación legal contra las personas LGBTQ.
El nuevo gobierno del primer ministro designado, el más religioso e intransigente en la historia de Israel, está compuesto por partidos ultraortodoxos, una facción religiosa ultranacionalista y su partido Likud. El nuevo gobierno juramentará el jueves.
A principios de esta semana, dos aliados de Netanyahu del partido ultranacionalista Sionismo Religioso dijeron que su facción busca cambiar una ley contra la discriminación de manera que permita a las empresas y los médicos negar el servicio a las personas LGBTQ sobre la base de creencias religiosas.
Orit Struck, una legisladora de Sionismo Religioso, dijo que su partido busca un cambio en la ley contra la discriminación que permita a los proveedores de atención médica religiosos negarse a atender a pacientes LGBTQ, “siempre que haya suficientes otros médicos para brindar atención”.
El lunes, el Centro Médico Sheba publicó un video en Instagram de trabajadores de la salud de todo el país diciendo “atendemos a todos”. Médicos y administradores del Centro Médico Rambam en Haifa y del Hospital Barzilai en Ashkelon hicieron declaraciones similares.
Netanyahu reprendió a Struck por sus comentarios y dijo que no se reducirían los derechos LGBTQ en el nuevo gobierno.
Yated Neeman, un periódico afiliado a uno de los partidos ultraortodoxos de la coalición de Netanyahu, publicó un editorial contra los políticos del sionismo religioso, diciendo que estaban “difamando el judaísmo en todo el mundo” y calificando al futuro gobierno como “uno que persigue a los árabes, las minorías y discrimina sobre la base de la religión y más”.
Varias empresas israelíes dijeron que no trabajarían con empresas que discriminen a clientes por motivos religiosos.
Bank Discount, el tercer banco más grande de Israel, dijo el lunes que su directorio “no otorgará créditos a empresas u organismos que discriminen a los clientes por motivos de religión, raza, sexo u orientación sexual”.
Wiz, una empresa de ciberseguridad israelí, expresó su “grave preocupación” por los comentarios de los políticos de Sionismo Religioso y dijo que exigiría a las empresas que contraten sus servicios que se comprometan a no discriminar a sus clientes.