El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha reconocido este jueves que la “nueva etapa” de la guerra en el norte del país contra el partido-milicia chií libanés Hezbolá puede suponer “oportunidades significativas” pero también “grandes riesgos” para los intereses israelíes.
“Hezbolá se siente perseguido y la secuencia de nuestras operaciones militares continuará”, ha manifestado el ministro de Defensa israelí durante una reunión con altos mandos del Ejército y otros funcionarios de seguridad, según informaciones recogidas por el diario local ‘The Times of Israel’.
Así, Gallant ha incidido en que el principal objetivo de las operaciones israelíes pasa por lograr que los civiles evacuados del norte por los incesantes ataques de Hezbolá puedan regresar cuanto antes “sanos y salvos a sus hogares”.
“A medida que pase el tiempo, Hezbolá pagará un precio cada vez mayor”, ha aseverado el ministro de Defensa, que además ha insistido en que el Ejército es capaz de llevar a cabo esta operación de forma simultánea con la campaña militar en la Franja de Gaza.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) lanzó a comienzos de octubre una serie de ataques contra territorio israelí que se saldaron con casi 1.200 muertos y más de 240 rehenes, y que provocó la cruenta respuesta de Israel, que rápido inició una campaña militar en la Franja de Gaza que deja ya más de 41.200 muertos.
Tras casi un año de guerra, se estima que en la Franja de Gaza aún queden en torno a un centenar de rehenes --no se sabe si vivos o muertos--, mientras que Israel sigue adelante con sus ataques para desarticular a Hamás en el enclave palestino.
Los constantes ataques sobre la población palestina provocaron la respuesta de otros agentes regionales, como Hezbolá o los hutíes de Yemen --ambos respaldados por Irán-- que han llevado ataques contra el territorio israelí y bloquean los intereses comerciales israelíes en el mar Rojo, respectivamente.
En concreto, Hezbolá ha lanzado sucesivos ataques contra poblaciones del norte de Israel a través de la frontera sur de Líbano, lo que ha provocado la evacuación de miles de civiles en esta zona. Israel asegura haber iniciado una “nueva etapa” de la guerra en el norte gracias a la cual logrará recuperar la seguridad en la zona.