"Los países del mundo deberían considerar su permanencia al Consejo de Derechos Humanos, que apoya a una organización terrorista asesina".
De esa manera respondió el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, a un informe que emitió el organismo donde señalan que la respuesta de ese país a las manifestaciones palestinas en Gaza durante el 2018, se asemejan a "crímenes de guerra o de lesa humanidad". Las conclusiones de Naciones Unidas se dieron a conocer a través de un escrito, luego de que tres investigadores analizaran la violencia ocurrida en esas protestas.
De acuerdo a los analistas, las manifestaciones palestinas fueron de naturaleza civil y no existían motivos "razonables" para que francotiradores israelíes dispararan contra periodistas, personal sanitario, niños y discapacitados.
Danon indicó que el organismo internacional "está cegado por el odio hacia Israel" y lo culpó de apoyar al grupo Hamas.
Más temprano, el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, criticó el documento y dijo que "el teatro del absurdo del Consejo de Derechos Humanos ha producido otro informe hostil, falso y sesgado".
"Israel rechaza de plano el informe. Nadie puede negar el derecho de Israel a la defensa propia y su deber de proteger a sus residentes y sus fronteras de ataques violentos", aseguró.