Cuando un amigo cercano de Michela Rosalia Pedrini murió víctima del coronavirus en marzo, su dolor fue tan profundo que casi se desmayó. Desde entonces, su dolor se ha convertido en rabia y un deseo de descubrir qué salió mal y quién es el culpable.
“Me hace enojar. Hay mucho dolor y amargura”, dice Pedrini, cuyo amigo, Gennaro Leardi, trabajaba como administrador de un hospital cerca de Bérgamo, un área devastada por el virus.
Días antes de enfermarse, Leardi le dijo que le preocupaba que el hospital no estuviera haciendo lo suficiente para evitar que los pacientes con coronavirus infectaran a todos los demás. Una portavoz del hospital declinó hacer comentarios.
“Nadie está trayendo de vuelta a mi Gennaro”, afirma Michela Pedrini. “Pero no quiero que sea una de las muchas muertes silenciosas. La gente necesita saber qué pasó”, agrega.
Italia está recién superando lo peor de la emergencia de salud, pero en Lombardía, el corazón de la pandemia en Europa, las recriminaciones y las investigaciones judiciales ya han comenzado.
Los familiares y amigos de muchas víctimas quieren saber si sus muertes podrían haberse evitado. Los políticos intercambian acusaciones por el manejo de la crisis. Y los fiscales han abierto investigaciones para determinar si hubo negligencia culpable en casos específicos, como en hogares de ancianos y en el hospital cerca de Bérgamo donde trabajaba Leardi. Es probable que las investigaciones conduzcan a casos judiciales que podrían prolongarse durante años.
Culpas cruzadas
Muchos críticos han relacionado la cifra explosiva de muertes de Lombardía -11.400 confirmadas, más de tres veces la cifra oficial de China- con fallas claves de las autoridades regionales y nacionales.
La Asociación Nacional de Médicos de Italia dijo a comienzos de abril que la “situación desastrosa” de Lombardía era atribuible a errores que iban desde la falta de equipo de protección para el personal médico, hasta la falta de pruebas suficientes de personas infectadas, y el error de no haber puesto en cuarentena de inmediato a algunas ciudades afectadas por el brote inicial del virus.
El principal funcionario de salud de Lombardía, Giulio Gallera, respondió que la región siguió las recomendaciones del Ministerio de Salud de Italia en relación a evaluar solo a las personas con síntomas. Gallera dijo que la región había pedido a Roma el 3 de marzo que pusiera en cuarentena dos ciudades en Valle Seriana, en las afueras de Bérgamo, pero el Ejecutivo no tomó acciones. El gobierno nacional, a su vez, ha dicho que Lombardía tenía la autoridad de poner en cuarentena a las ciudades de su región.
Los fiscales italianos se han concentrado en otra posible negligencia: la solicitud del 8 de marzo del gobierno regional de Lombardía de transferir a los pacientes en recuperación del coronavirus desde hospitales a hogares de ancianos. La investigación está analizando si la medida, dirigida a liberar camas en hospitales superpoblados, contribuyó a la propagación de infecciones en hogares de ancianos. Cientos de residentes de estos recintos han muerto en Lombardía de Covid-19, la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus.
La policía italiana confiscó a mediados de abril documentos de las oficinas del gobierno regional de Lombardía como parte de la investigación. También realizó búsquedas en varios hogares de ancianos en Milán y en otras partes de Lombardía. Los fiscales dicen que los posibles cargos incluyen homicidio involuntario.
El gobernador de Lombardía, Attilio Fontana, dijo que los pacientes con coronavirus fueron aislados de otros residentes de los hogares de ancianos.
“Se tomaron algunas decisiones cuando estábamos en medio de un tsunami”, dijo Fontana en una entrevista radial reciente. “Había partes vacías de hogares de ancianos que no se usaban donde se colocaban a algunos pacientes porque no había espacio en los hospitales. No hubo contacto con los residentes del hogar de ancianos”.
El gobierno regional está cooperando con la indagatoria, dijo Fontana. Su administración también ha establecido su propia comisión investigadora.
La crisis en Bérgamo
Los fiscales han abierto una investigación aparte para determinar qué salió mal en la ciudad de Bérgamo y sus alrededores, un lugar que se convirtió en el símbolo de la tragedia del virus en Italia debido a su alto número de muertos. Alrededor de 5.500 personas fallecieron en marzo en la provincia de Bérgamo, en comparación con un promedio de menos de mil en el mismo mes en años anteriores. Expertos en salud y funcionarios locales dicen que la única explicación plausible es la pandemia.
El objetivo de la investigación es determinar si un mal manejo de la crisis de salud en el hospital donde trabajó Leardi, en el Valle Seriana de la provincia de Bérgamo, contribuyó a uno de los brotes de coronavirus más letales del mundo.
Valle Seriana, un valle de montaña muy industrializado, durante varias semanas fue el epicentro de la pandemia de coronavirus. En Nembro, una de las ciudades más afectadas del valle, el coronavirus ha matado alrededor del 1,3% de los 11 mil residentes, la tasa de mortalidad más alta conocida en el mundo por la enfermedad.
“El número de muertos podría haber sido menor”, dijo Claudio Cancelli, alcalde de Nembro. “El sistema de salud de Lombardía tuvo problemas para hacer frente a la emergencia. Necesitamos entender por qué, porque esto podría volver a ocurrir”.
Cuando los primeros dos residentes de Valle Seriana dieron positivo para el virus el 23 de febrero, las infecciones ya se habían extendido dentro del hospital local y fuera de la comunidad.
En Codogno, una ciudad en otra parte de Lombardía que detectó un brote grave de coronavirus en el mismo período, el hospital local cerró su área de admisiones para una limpieza profunda. Permanece cerrado.
No es así en Valle Seriana. Después de que se confirmaron los casos de coronavirus en el hospital principal del valle, su administración cerró el área de admisiones, pero las autoridades regionales ordenaron su reapertura unas horas más tarde, por objeciones locales. Gallera, el jefe regional de salud, dijo que los servicios del hospital eran necesarios y que la reapertura se produjo solo después de un saneamiento completo. Los trabajadores del hospital y las personas que habían entrado en contacto con pacientes de Covid-19 fueron examinados para detectar el virus, dijo.
Durante días se permitió a las personas potencialmente infectadas sentarse junto a las sanas en la sala de espera, recuerda Francesco Zambonelli, quien llevó a su padre a la sala de emergencias el 28 de febrero. Ambos hombres tenían síntomas de Covid-19. Su padre luego sucumbió al virus.
La decisión de reabrir rápidamente la sala de emergencias está en el centro de la investigación judicial.
“Alguien cometió un error”
Zambonelli dice que su padre probablemente se infectó en el mismo hospital unas semanas antes mientras visitaba a su madre, que había sido hospitalizada por un problema cardíaco y desarrolló síntomas de coronavirus mientras estaba allí. Ella murió el 22 de febrero, pero nunca se hizo la prueba del virus.
“El primer error clave fue subestimar el riesgo del coronavirus en Italia”, dijo Zambonelli. “Alguien cometió un error o minimizó el problema y debe asumir la responsabilidad”.
Zambonelli señaló que aunque el gobierno central declaró a fines de enero una emergencia de salud, no tomó medidas básicas, como asegurarse de tener suficientes suministros de equipos, como máscaras faciales y kits de prueba.
El gobierno italiano ha dicho que tomó medidas tempranas para evitar la propagación del virus, como suspender los vuelos directos hacia y desde China antes que cualquier otro país europeo. Italia y muchos otros países al principio de la epidemia agotaron sus reservas de suministros médicos vitales y luego tuvieron problemas para comprar más debido a un salto en la demanda mundial.
Si bien Codogno y las ciudades circundantes fueron rápidamente sometidas a una estricta cuarentena después de que se confirmaron los primeros casos, en Valle Seriana la vida continuó en gran medida de forma normal durante semanas, hasta que toda Lombardía quedó bajo bloqueo desde el 8 de marzo, seguida dos días después por el resto de Italia.
“Tenemos el deber de explicar a estas personas lo que sucedió”, dice Giampiero Calegari, jefe de la asociación de alcaldes de las 38 ciudades de Valle Seriana. “Después de que las personas han superado la fase en la que lloran por sus muertos, comienzan a preguntar por qué murieron. Y tienen derecho a saberlo”. b
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R Un equipo especial desplaza el féretro de una víctima del coronavirus en la localidad de Ponte San Pietro, en Italia.