El fin de semana los habitantes de Codogno (sur de Milán) realizaron un homenaje a las víctimas del coronavirus cuando se cumplía un año desde que se detectó el primer caso de coronavirus en territorio europea. El pacientes convirtió a la ciudad en una “zona cero” y obligó a las autoridades ha aplicar una nueva medida: el confinamiento.
Esta fue posteriormente aplicada en el resto del viejo continente durante los meses siguientes a medida que aumentaban los contagios.
El 20 de febrero del 2020, se informó que Mattia Maestri de 38 años y deportista había dado positivo en la prueba de coronavirus. Algo inédito en el país.
Maestri fue diagnosticado por la doctora Annalisa Malara, quien había decidido realizarle una prueba anti-covid al encontrar una extraña neumonía que se extendía con rapidez y conocer que días antes había cenado con un amigo que había estado en China.
Las autoridades inauguraron un memorial de acero el fin de semana en honor a los fallecidos, sus familiares y el personal médico que continúa luchando contra la pandemia.
Hoy, la península que acumula 2,8 millones de casos confirmados y más de 95 fallecidos levantó las alarmas durante el fin de semana debido a las aglomeraciones registradas durante el fin de semana y la propagación de las nuevas variantes de coronavirus.
Massimo Galli, uno de los más eminentes virólogos italianos, señaló estar preocupado por este escenario. “El repunte de contagios se debe en buena parte a la variante inglesa (...) todos los datos señalan un probable aumento de nuevos casos”, indicó al diario romano Il Messaggero.
Italia informó el domingo 13.452 nuevos contagios y 232 muertes.
A pesar del llamado a “quedarse en casa” realizado el viernes por el Instituto Superior de Salud (ISS), el gentío se volcó a las calles, parques y paseos marítimos para disfrutar del clima primaveral de este fin de semana.
Ante el avance de las nuevas variantes, tres regiones italianas que habían sido clasificadas en principio como “amarillas” (riesgo moderado), pasaron oficialmente a “naranja” (riesgo medio): Emilia Romaña (región de Bolonia, norte), Campania (región de Nápoles) y la pequeña zona de Molise (centro).
En total, nueve regiones sobre veinte están en alerta “naranja”, en tanto el resto en “amarilla”.
Inclusive, algunas regiones han determinado zonas “rojas” (de alto riesgo) en partes concretas de su territorio, como Umbría (centro), Alto Adige (norte) y Lazio (región romana).
De acuerdo a un estudio del Consejo Nacional de investigación (CNR), publicado por La Repubblica, las nuevas variantes representarían entre el 40 y 50% de los casos en las regiones con aumento más rápido de casos.