El 7 de agosto de 2018 la incertidumbre rondaba entre los colombianos. Era la primera vez que un Presidente con poca experiencia política asumía en el poder en el país. El historial político de Iván Duque solo se reducía a un período como senador, entre 2014 y 2018. Y ese ha sido su principal desafío: demostrar que ello no condicionaba lo que sería su gestión presidencial. Por eso, este primer año de mandato ha tenido altos y bajos, luces y sombras.

El hecho de que Duque sea un Presidente joven (43 años) ha removido el tablero político en Colombia. No solo porque su figura da un aire de frescura a los colombianos, sino porque también, pese a haber sido considerado el delfín político del expresidente Álvaro Uribe, Duque ha tomado posturas diferentes a las tradicionales. Así lo advierte también la revista Semana, que en su edición del fin de semana señaló que "eso ha obligado al Presidente a caminar en una cuerda floja entre lo que él es y lo que esperan quienes lo eligieron". Según la encuesta Invamer, Duque tiene una desaprobación de 56,5% a julio de este año y una aprobación de 37%. En septiembre de 2018, a un mes de haber asumido, su respaldo era del 53,8%.

Una de estas posturas fuera de lo tradicional es la de no ceder ante la famosa "mermelada" en la política colombiana. Esto quiere decir que a los congresistas que aprueban los proyectos de ley del gobierno se les conceden puestos de trabajo, contratos o cupos indicativos del presupuesto. En aras de la transparencia, Duque ha gobernado sin esta "mermelada" y aquello ha tenido sus consecuencias: la dificultad para aprobar los proyectos gubernamentales en el Congreso.

Uno de los casos más significativos fue lo que sucedió con las objeciones que Duque presentó a la Justicia Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional para los crímenes del conflicto armado. "La derrota más grande que ha tenido el gobierno en el Congreso fue con relación a las modificaciones que había propuesto a la ley estatutaria de la JEP, que se cayeron. Significó un cambio de paradigma con respecto a muchos años legislativos en que los gobiernos pactaban en el Congreso a cambio de cargos para cada congresista", explica a La Tercera el politólogo y columnista de El Tiempo, Fernando Posada. "Eso ha hecho que cambie la relación gobierno-Congreso para bien y para mal, cambia la noción notarial del Congreso, pero también se cambia la eficiencia y la productividad legislativa del gobierno", acota. Según la revista Semana, de los 18 proyectos que el gobierno presentó en estos primeros 365 días, el Congreso solo aprobó el 39%.

A esto también se suma el carácter técnico de su gobierno. De hecho, ante estas dos características, la unidad de investigación de la publicación británica The Economist, The Economist Intelligence Unit (EIU), tildó el primer año de Duque como "improductivo" legislativamente y, al compararlo con los cuatro períodos anteriores, aseguró que un gabinete más diverso políticamente podría mejorar su gobernabilidad y su situación frente al Congreso.

Violencia y seguridad

Hacer trizas los acuerdos de paz era una de las posibilidades que Duque y su partido, el Centro Democrático, barajaban. Sin embargo, aquello no sucedió y, de hecho, los medios locales son generosos en su evaluación del mandatario y el proceso de paz. "Los defensores del acuerdo creen que él es un palo en la rueda. Pero en realidad el Presidente ha hecho lo que ha podido y se ha portado bien con el convenio", escribió la revista Semana. El Tiempo, en tanto, señaló que "es loable lo avanzado en lo concerniente a los planes de desarrollo territoriales en los lugares donde están los excombatientes y en los proyectos productivos".

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FOTO: AFP[/caption]

Pero donde están los mayores desafíos es en materia de seguridad. El alto índice de homicidios y de asesinatos a líderes sociales es uno de los principales problemas. Según el Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (Indepaz), desde la firma de los acuerdos de paz en 2016 hasta este año han sido asesinados 738 líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia. Por ello, el pasado 26 de julio miles de personas se manifestaron en la "Marcha por la Vida" para exigir que el gobierno de Duque imponga medidas que detengan estos crímenes. Para la politóloga de la Universidad Javeriana de Colombia, Diana Avellaneda, "sin duda alguna (la seguridad) es uno de sus puntos más débiles. No hay medidas ni pronunciamientos claros que demuestren acción y gestión para atender esta problemática". De todas formas, en materia de seguridad, Duque tiene a su favor el logro en su política antidrogas: la reducción de los cultivos de coca.

Además, el fenómeno ha mutado y hoy la violencia no está en manos de grandes grupos criminales, sino que está fragmentado y disperso. "Hay organizaciones armadas criminales que siguen en regiones afectadas por el conflicto armado atacando a los líderes. Los líderes (asesinados) usualmente defendían la restitución de tierras, que es uno de los proyectos que van de la mano con los acuerdos de paz", dice Posada, quien advierte que "ha sido uno de los retos más grandes del gobierno de Duque que hasta ahora no ha podido ser satisfecho".

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FOTO: AFP[/caption]

Fuerte desempleo

La economía es uno de sus puntos más débiles, especialmente en materia de desempleo, que se sitúa en 9,4%. Entre los jóvenes la tasa de desocupación pasó de 16,1% al 17,2%. De hecho, la encuestadora Invamer reportó que el desempleo es la principal preocupación para los colombianos. "El gobierno de Iván Duque no ha cumplido las expectativas en materia económica, porque aunque hay resultados favorables en sectores como el comercio, el aumento del desempleo es el mayor fracaso de su primer año", comenta a La Tercera el director del Programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, Cristian Rojas.

A juicio de los expertos, son estos tres temas los principales desafíos: "Gobernabilidad, economía y seguridad", dice Diana Avellaneda. Posada, en tanto, asegura que "si el gobierno lograr solucionar esos tres problemas o al menos avanzar en ellos, se estará solucionando uno de los problemas más difíciles que enfrenta en este momento la economía y la sociedad colombiana".

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FOTO: AFP[/caption]

El cerco diplomático a Venezuela

En política exterior, la crisis venezolana también ha afectado la gestión de Duque y el 55,5% de los colombianos desaprueba la gestión de Duque frente a la situación venezolana, según la misma encuesta Invamer. Para Cristian Rojas, las expectativas de los colombianos "se han desinflado". "Duque pudo capitalizar su enfrentamiento con Nicolás Maduro cuando en la opinión pública estaba la esperanza de una transición hacia la democracia con el fenómeno de Juan Guaidó, pero a medida que esas expectativas se han ido desinflando, el tema ha ido perdiendo peso en la imagen favorable de Duque", dice.

El alto flujo de venezolanos evidenció un complejo desafío migratorio, ya que cerca de 1,4 millones de venezolanos han llegado a Colombia. De hecho, este lunes Duque anunció que otorgará la nacionalidad a los niños venezolanos que nacieron en Colombia desde agosto de 2015. Se prevé que cerca de 24 mil menores se beneficiarán de la normativa.