Un incremento de 12% en lo que va del año en el Bovespa, que destaca en el rojo del tablero del recuento de las bolsas de la región, da cuenta del entusiasmo que genera Jair Bolsonaro entre los agentes del mercado. Sin embargo, ya electo presidente, que este buen momento se convierta en una racha alcista dependerá de la capacidad que tenga el futuro mandatario de Brasil de resolver los problemas que enfrenta la economía de su país.
Mientras el ciudadano común está expectante de los resultados que tenga el líder del Partido Social Liberal en materia de seguridad y corrupción, para los mercados financieros lo esencial es que se aborde con prontitud el más grande de los problemas económicos de Brasil: su insostenible sistema de pensiones.
"Hoy, el 40% de todo el gasto público federal va al sistema de pensiones y dentro de 10 o 15 años representará más de la mitad", detalla a La Tercera Fabio Ramos, economista de UBS Brasil. De esta manera se transforma en el factor que más impulsa el crecimiento de la deuda pública, la cual a nivel neto llegará al 60% del PIB y bruta al 90% para 2019, de acuerdo a las estimaciones del FMI.
"Es un desafío grande", reconoce Enestor Dos Santos, economista de BBVA Research para Brasil, precisando que no ha quedado clara cuál será la estrategia de Bolsonaro, ni si tendrá la voluntad de abordar aspectos como las pensiones de los militares, quienes se cuentan entre sus principales aliados. Adicionalmente, destaca que "hay dudas respecto de si tendrá la capacidad política de hacer la reforma, considerando lo fragmentado del Congreso y que se requieren dos tercios para su aprobación".
Desde la academia, Ricardo Rocha, profesor de finanzas de la escuela de negocios brasileña Insper, respalda la prioridad planteada por los economistas de la banca, señalando que el abordaje de la reforma de seguridad social permitiría "crear superávits que posibilitaran al estado inversiones en educación, salud, saneamiento y seguridad, además de realizar direccionamientos para infraestructura".
Una de alternativas que han sonado con fuerza en la apuesta es un sistema de capitalización individual, inspirado en las AFP chilenas. Se trata de una idea que cautiva particularmente al probable ministro de Hacienda, Paulo Guedes, quien trabajó en la Universidad de Chile a principios de los años 80, justo cuando se instalaba el sistema en nuestro país.
No obstante, aunque es un modelo que gusta al mercado, hay temor a que el paso desde el sistema de reparto vigente conduzca a más deuda. "Las complicaciones surgen a la hora de analizar cómo se transita del sistema actual a uno nuevo, porque en el medio ya tienes un stock de trabajadores y solo los más jóvenes se podrían financiar a ellos mismos", explica Ramos, subrayando que "un cambio de un día para otro podría incluso incrementar más la deuda".
Para ambos economistas, abordar el tema de pensiones es indispensable antes de avanzar al siguiente punto de la agenda económica brasileña. Una vez resuelto este asunto, el fortalecimiento del crecimiento asoma como el siguiente desafío, considerando que aún hoy el nivel del PIB entre 4% y 5% es menor que hace cinco años.
Al respecto, Do Santos detalla que lo fundamental es "aumentar el PIB potencial", lo cual es posible con un incremento de la productividad, que "incluso en los años buenos ha avanzado tímidamente".