El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha anunciado este miércoles el despliegue de otro millar de militares para paliar los efectos del terremoto de magnitud 7,6 registrado el día de Año Nuevo en la prefectura de Ishikawa, en la costa oeste del país, que ha dejado por ahora más de 60 muertos.
Tras reunirse con los miembros de su Gabinete, el mandatario nipón ha indicado en una rueda de prensa que la cifra de militares desplegados, actualmente situada en el millar, pasará ahora a ser de 2.000. Todos ellos se sumarán a las labores de búsqueda y rescate en un intento por reducir los efectos del sismo, según informaciones recogidas por la agencia de noticias Kiodo.
Asimismo, Kishida ha descartado que el accidente registrado el martes en la pista del Aeropuerto Internacional de Haneda, en Tokio, haya obstaculizado la entrega de ayuda a la región afectada. “Creemos que en gran medida la distribución de ayuda no se ha visto afectada por el incidente. El transporte de suministros a las áreas afectadas continúa de forma más o menos constante”, ha dicho antes de matizar que el Gobierno ha dispuesto una serie de vías alternativas de transporte “seguro” para garantizar la logística.
En este sentido, ha afirmado que la prioridad es “salvar vidas” y ha informado de que la Policía también contará con un mayor número de perros de búsqueda y rescate. Además, ha hecho hincapié en la importancia del transporte de ayuda, algo que ha calificado como “crucial” en este momento a medida que aborda la posibilidad de que decenas de personas tengan que vivir en refugios durante un plazo mayor del previsto inicialmente.
Las autoridades locales, por su parte, han alertado de que algunas de las víctimas han quedado sepultadas y atrapadas bajo sus propias viviendas a medida que siguen registrándose réplicas.