Japón flexibilizó el viernes sus limitaciones a la entrada de turistas extranjeros y comenzó a aceptar solicitudes de visa, pero solo para quienes participen en viajes guiados y estén dispuestos a cumplir las medidas contra el coronavirus, incluyendo el uso de mascarilla, mientras el país trata de equilibrar sus preocupaciones económicas con las de los contagios.
Aunque el viernes se abre el plazo para gestionar el ingreso al país, las primeras llegadas no se esperan hasta finales de junio, como pronto. Aún así, las oficinas de inmigración y cuarentena de los aeropuertos estaban ya preparadas para posibles viajeros.
La Agencia de Turismo de Japón dice que se aceptan viajes procedentes de 98 países y regiones, incluyendo Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Corea del Sur, Tailandia y Singapur, que están consideradas zonas de bajo riesgo de contagios.
La reapertura parcial del país al turismo internacional, que se paralizó por la pandemia del coronavirus, se está realizando de acuerdo a directrices basadas en un experimento realizado a finales de mayo. En él participaron unas 50 personas, en su mayoría empleados de agencias de viajes de Australia, Singapur, Tailandia y Estados Unidos.
Según las normas, los participantes deberán usar mascarilla la mayor parte del tiempo y tienen que contratar un seguro que cubra los gastos médicos en caso de que contraigan Covid-19. No se ha establecido un tope para el número de integrantes de cada grupo, pero los guías turísticos deben estar presentes en toda la estancia.
Tras las críticas que apuntaban que sus estrictos controles fronterizos eran xenófobos, Japón empezó a suavizar las restricciones a principios de año. El 1 de junio duplicó el límite de entradas diarias a 20.000 personas, incluyendo ciudadanos japoneses, estudiantes extranjeros y algunos viajeros por negocios.
A diferencia de la mayoría de los países occidentales, donde el uso de la mascarilla se ha abandonado casi por completo, en Japón la mayoría la emplean incluso en espacios al aire libre poco concurridos, donde ya no es obligatorio.
Japón sigue reportando más de 10.000 nuevos casos de COVID-19 diarios, aunque en la capital, Tokio, se registran menos de 2.000.