El gobierno japonés solicitó a las compañías aéreas que no acepten nuevas reservas de billetes para ingresar al país durante un mes debido a la preocupación por la variante ómicron, indicó el miércoles el ministerio de Transportes.

El país asiático confirmó el martes su primer caso detectado de la nueva variante y el miércoles, poco antes de anunciar la suspensión de vuelos, hizo público un segundo caso detectado en un pasajero entrante.

“Hemos pedido a las aerolíneas que dejen de aceptar las reservas para nuevos vuelos de ingreso durante un mes a partir del 1 de diciembre”, dijo a AFP un responsable del ministerio de Transportes, señalando que las reservas existentes no se verán afectadas.

El gobierno nipón había endurecido sus ya severas medidas fronterizas, prohibiendo la entrada de todos aquellos que no fueran ciudadanos suyos desde diez países de África austral.

También endurecieron las medidas de cuarentena para los japoneses y los residentes extranjeros procedentes de otras decenas de países y territorios debido a la aparición de ómicron.

Las autoridades japonesas informaron de un segundo caso de esta variante en un pasajero llegado de Perú que entró en el país en noviembre. El primero, anunciado el martes, implicaba a un hombre llegado de Namibia.

Las fronteras de Japón han estado virtualmente cerradas durante gran parte de la pandemia e incluso en 2020 se prohibió la entrada de residentes.

Estas medidas fronterizas han sido parte crucial de la estrategia anticovid nipona, que no ha implicado confinamientos tan estrictos como en otras partes del mundo.

Tras un fuerte repunte de casos en el verano boreal, Japón registra pocas infecciones a nivel nacional y acumula 18.360 fallecidos durante toda la pandemia.

Un 77% de la población nipona está vacunada y el miércoles se empezaron a administrar dosis de refuerzo a quienes habían recibido la segunda dosis hace al menos ocho meses.