Jeanine Añez: Quién es la nueva "Presidenta" interina de Bolivia
La senadora de oposición indicó que ya tienen programado un calendario electoral y se espera que el 22 de enero el país andino tenga un nuevo jefe de Estado electo. Mañana se definirá la fecha exacta de los comicios.
Jeanine Añez, una senadora opositora asumió la presidencia interina de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales, quien abandonó el poder presionado por la oposición y las Fuerzas Armadas dejando un vacío institucional el lunes en el país andino.
"Vamos a llamar a elecciones con personalidades probas, que ellos sean los que lleven un proceso electoral que refleje lo que quieren y el sentimiento de todos los bolivianos", dijo a la prensa en la entrada de la Asamblea Legislativa de La Paz la segunda vicepresidenta del Senado.
"Tenemos ya un calendario. Creo que la población grita por que el 22 de enero tengamos ya un presidente electo", añadió.
Tras una noche de violentos enfrentamientos en la capital boliviana, que dejaron edificios incendiados y saqueos, la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, sostuvo que estaba dispuesta a asumir temporalmente el Gobierno, como indica la normativa sobre la línea de sucesión.
"Voy a asumir el reto solamente para estar lo necesario para llamar a elecciones transparentes, para que los bolivianos tengan la certidumbre de que su voto va a ser respetado", dijo la legisladora del partido Unión Demócrata en una entrevista con el canal de televisión Red Uno, en la que no aclaró cuando podría producirse su asunción.
Al llegar al aeropuerto de El Alto, cerca de La Paz, Añez fue llevada por un helicóptero de la Fuerza Aérea a una academia militar, desde donde sería trasladada al Congreso, dijo a periodistas el senador Arturo Murillo.
Añez ocupa el cargo como vicepresidenta de la Asamblea Plurinacional de Bolivia desde 2010 tras salir electa senadora por el Departamento de Beni.
La senadora crítico en varias oportunidades a su antecesor, a quien acusó que querer perpetuarse en el poder.
El Parlamento debe aceptar formalmente la renuncia de Morales, por lo que el opositor Carlos Mesa -quien resultó segundo en los comicios de octubre- pidió el lunes a la policía y a los manifestantes que están en las calles que permitan el arribo de los legisladores.
Según la normativa boliviana, en ausencia del presidente y el vicepresidente -quien renunció junto con Morales-, el jefe del Senado se haría cargo provisionalmente de conducir el país y, de no poder, debería hacerlo el titular de la Cámara de Diputados. Pero el domingo ambos dimitieron, como también el vicepresidente del Senado.
La crisis se aceleró en la mañana del domingo con un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que señaló que las elecciones del 20 de octubre deberían ser anuladas para dar paso a nuevos comicios, luego de haber encontrado "irregularidades" que cuestionaron la victoria de Morales.
Tras hacer un llamado a nuevas elecciones que no fue escuchado, Morales dijo el domingo que renunciaba para reducir la violencia que se ha apoderado de la nación andina y denunció un "golpe de Estado" en su contra.
Las tensiones en todo el país, que han estado presentes durante semanas, aumentaron durante la noche del domingo y la madrugada del lunes con el vacío de poder luego de la renuncia de Morales y muchos aliados políticos del Gobierno.
En la capital y en la ciudad oriental de Santa Cruz, multitudes celebraron la renuncia de Morales, quien intentó buscar un cuarto período al mando del país en una elección que estuvo plagada de acusaciones de fraude.
Pero al caer la noche hubo saqueos de negocios e incendios de propiedades. La prominente figura de oposición y académico Waldo Albarracín publicó en su Twitter que su casa había sido incendiada por seguidores de Morales.
Por su parte, otro video ampliamente compartido parecía mostrar a la gente dentro de una propiedad de Morales realizando graffitis en las paredes de su vivienda.
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