El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo estar devastado tras el ataque cerca del Capitolio que dejó un agente policial muerto y otro herido este viernes.
“Jill (su esposa) y yo tenemos el corazón roto tras enterarnos del violento ataque contra un control de seguridad del Capitolio de Estados Unidos”, dijo el mandatario en un comunicado en el que indicó que ordenó colocar la bandera de la Casa Blanca a media asta.
En el hecho falleció un policía y otro resultó herido después que una persona los atropellara, antes de salir del coche cuchillo en mano y ser abatido por los guardias, tres meses después de la toma perpetrada por seguidores del exmandatario Donald Trump.
Por el momento las autoridades no consideran lo ocurrido como un acto relacionado con el “terrorismo” e indicaron que no existe una “amenaza en curso”.
Poco después se identificó al agente fallecido como William F. Evans, quien llevaba 18 años de servicio.
Las autoridades informaron que el sospechoso murió poco después, pero todavía no han publicado ningún detalle sobre su identidad.