La justicia británica remitió durante este miércoles la orden de extradición de Julian Assange a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje. Con esto el caso pasará ahora al Ministerio británico del Interior para que tome una decisión, aunque el fundador de WikiLeaks aún tiene opciones legales para apelar.

La Corte Suprema británica denegó el mes pasado autorizar una apelación de Assange contra el fallo de una corte inferior sobre que podía ser extraditado.

Un juez de la Corte de Magistrados de Westminster emitió la orden en una breve vista. La secretaria de Interior, Priti Patel, decidirá si autoriza la extradición.

El fallo no agota las opciones legales de Assange, que lleva años tratando de evitar un juicio en Estados Unidos por cargos relacionados con la publicación en WikiLeaks de un enorme lote de documentos clasificados hace más de una década.

En caso de ser extraditado, Assange podría ser sentenciado a 175 años de cárcel por espionaje e intrusión informática.

Sus abogados tienen cuatro semanas para presentar alegaciones a Patel y también pueden apelar ante el Alto Tribunal.