Juicio a Trump: la difícil elección del jurado y el impulso que el caso puede darle a su candidatura
Aun cuando un tercio de los republicanos dice que no votaría por alguien condenado, el caso de Stormy Daniels parece servirle al expresidente para acusar una “persecución política” y recaudar más fondos.
Aun cuando intentara retrasar sus cuatro juicios penales, se le escapó uno a Trump y ya empezó: el de Stormy Daniels, el nombre artístico de una actriz porno con la que el expresidente habría tenido un affaire en 2006, y a la que habría pagado miles de dólares para comprar su silencio durante la campaña electoral de 2016. En particular, se trata de tres delitos “serie E”, leves entre las infracciones del estado de Nueva York, por falsificación de su contaduría al poner como “gastos legales” el pago a Daniels.
Con este juicio, el candidato republicano a la Casa Blanca estará en el banquillo durante las próximas seis semanas, con un máximo de ocho, y se espera que haya sesiones cuatro días a la semana, exceptuando los miércoles. A pesar del hecho de tener al candidato gastando tanto tiempo de su agenda en la Corte de Manhattan, algunos señalan que eso le daría una particular tarima para su campaña.
Aun cuando las leyes de Nueva York prohíben que se televise el juicio, habrá una gran cantidad de cámaras en la entrada del tribunal y el pasillo de la corte. A pesar de tal presencia mediática, el candidato tiene otra desventaja en todo esto: los gastos legales, que han obligado a sacar dinero de su campaña para pagar a los abogados por sus casos.
Donald Trump podría guardar silencio, pero ya ha anunciado que hablará y declarará durante el juicio. Sin embargo, podría ser muy arriesgado tener que responder a preguntas muy personales bajo juramento, ya que tendría que evitar cometer perjurio.
El caso Stormy Daniels es uno de los cuatro que tenían que tener lugar este año, pero los otros procesos fueron aplazados a través de recursos legales de la defensa de Trump. El magnate sería “acusado” lunes, martes, jueves y viernes, en tanto que el resto de los días sería “candidato”. De todos modos, trasladó todo su equipo de campaña a Nueva York, lo que hace suponer que aprovechará sus apariciones judiciales.
Este juicio histórico, el primero a un expresidente de Estados Unidos, podría impulsar la candidatura presidencial de Trump, señalan algunos analistas. Aun cuando las encuestas de opinión sugieren que aproximadamente un tercio de los votantes republicanos no votaría por Trump si es declarado culpable de un delito, muchos expertos legales consideran que el caso Stormy Daniels es el más débil de los cuatro casos penales que enfrenta.
Trump ha utilizado este caso para reforzar un mensaje central de campaña: es víctima de un sistema de justicia que favorece a los demócratas y discrimina a los republicanos, y que el Presidente Joe Biden, que va por reelección en noviembre, está tratando de sacarlo de la carrera. Además, está utilizando el juicio para animar a sus partidarios y, ante su crecientes costos legales, recaudar de parte de ellos más donaciones para enfrentarse a un Biden mucho mejor financiado. Un jurado en desacuerdo o una absolución le darían una importante victoria política al expresidente.
Rick Hasen, profesor de derecho en la Facultad de Derecho de UCLA, calificó los cargos de dinero contra Trump como “tan menores” que correrían el riesgo de socavar la importancia de los casos más graves que enfrenta, incluidos los cargos estatales y federales relacionados con sus esfuerzos por anular el resultado de las elecciones de 2020. “Para sus seguidores, Trump ha creado una situación sin pérdidas: Dirá que una condena será una prueba más de que el Estado profundo y el sistema de justicia están en su contra. Y si es absuelto, puede cantar victoria”, aseguró el experto.
John Feehery, un estratega republicano que apoyó al precandidato Ron DeSantis en un inicio, indicó a Reuters: “Este caso ayudará a Trump, de eso no hay duda. Es el caso más débil de los cuatro, es claramente partidista, la mayoría de los republicanos lo ven, al igual que algunos independientes. A los votantes independientes les gusta el juego limpio. Este procesamiento no es un juego limpio”.
Otro frente curioso en este histórico caso tiene que ver con la selección de jurado, que podría demorar a causa de las objeciones de fiscales y defensa. Solo en el primer día del juicio secreto de Donald Trump, docenas de posibles miembros del jurado fueron enviados a casa en cuestión de minutos después de que le dijeran al juez que no podían ser imparciales.
Por eso, ahora serán convocados cientos de vecinos de Manhattan. Para pasar las objeciones de imparcialidad, se les hará un cuestionario de 42 preguntas, aunque no se les cuestionará por su orientación política: se les preguntará por sus fuentes de información, por si han trabajado para Trump o asistido a sus mítines en algún momento, o si han participado en movimientos como los Proud Boys.
Este martes, en el segundo día del juicio, seis miembros del jurado prestaron juramento tras horas de interrogatorio y un proceso de eliminación. Aún quedan por elegir 12 jurados más, informó The Associated Press. Al final de la jornada, se informó de la elección de un séptimo miembro del jurado.
Pero para el primer juicio penal a un expresidente de Estados Unidos, y sobre todo uno tan polémico como Donald Trump, encontrar alguien sin una opinión ya formada es más bien difícil.
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