Este martes, la justicia británica decidió mantener la orden de detención internacional contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange.

La defensa del australiano de 46 años pedía que se le levantara la medida en el Reino Unido al considerarla "arbitraria, poco razonable y desproporcionada".

La Corte de Magistrados de Westminster ya respaldó la semana pasada que la policía arreste a Assange si abandona la embajada de Ecuador en Londres, donde permanece desde casi seis años.

El fundador de Wikileaks se asiló en junio de 2016 para evitar una extradición a Suecia donde estaba acusado desde fines de 2010 de violación y agresiones sexuales que él niega haber cometido.

Assange teme que si es detenido, termine siendo extraditato y juzgado por Estados Unidos por la divulgación en 2010 de los archivos Wikileaks, que contenían miles de secretos militares y documentos diplomáticos estadounidenses.

De acuerdo a la magistrada, Emma Arbuthnot, que tomó la decisión este martes "el hecho de que rechace entregarse bloquea a la justicia", añadiendo que se trata de un "hombre que busca imponer sus propios términos al curso de la justicia".