El exgobernador de Santa Cruz y líder de la oposición política de derecha en Bolivia, Luis Fernando Camacho, sumó otros tres meses de prisión preventiva a los cinco que ya lleva en un penal de La Paz mientras es investigado por varios delitos. Esta vez la Fiscalía le atribuye incumplimiento de deberes por la supuesta compra ilegal de un carrobomba, se informó el martes.
Camacho amplió su detención por otros 90 días, según la decisión del juez anticorrupción Roberto Parada tras una audiencia celebrada el martes. En ninguno de los tres procesos que se le ha iniciado a Camacho tiene sentencia, dijo el abogado del político, Martín Camacho.
Su detención en diciembre pasado, con cargos por terrorismo, cohecho y sedición por su participación en las protestas de 2019 contra el gobierno de Evo Morales, desembocaron en jornadas de paralización en su región, el motor económico boliviano.
A pesar de su detención, Camacho ejerce desde el penal su función de gobernador de la provincia oriental de Santa Cruz, principal reducto de la oposición. La Asamblea Legislativa de su región le ratificó en el cargo.
El gobernador y líder de la oposición encabezó las protestas de 2019 tras unas elecciones denunciadas de fraudulentas que encendieron un estallido social con 37 muertos y que resultaron en en la renuncia del entonces presidente Evo Morales, quien buscaba un cuarto mandato consecutivo. Por el mismo hecho, la expresidenta interina Jeanine Áñez fue condenada en junio del año pasado a diez años de prisión en una cárcel de La Paz.
Camacho también encabezó a fines del año pasado una protesta con corte de rutas de 36 días en contra del gobierno de Luis Arce. Tras las movilizaciones, fue detenido. Su defensa, familiares y correligionarios políticos han pedido que sea juzgado en libertad debido a su delicada salud, pedido que la justicia le ha negado.