La sala primera del tribunal revolucionario de Isfahán, en Irán, ha sentenciado a pena de muerte al rapero Toomaj Salehi, detenido durante las protestas antigubernamentales por la muerte de la joven Mahsa Amini, por “corrupción en la tierra” y “enemistad con Dios”.
Su abogado, Amir Raisian, ha confirmado al diario Sharg Daily que Salehi ha sido condenado en virtud del artículo 286 del Código Penal iraní por una serie de cargos que incluyen sedición, propaganda contra el sistema e incitación al caos.
Raisian también ha explicado que el tribunal ha impuesto al rapero una prohibición de salir del país y de realizar actividades artísticas durante un período de dos años, dando como válida una condena anterior contra su cliente suspendida por la Justicia.
El artista fue puesto en libertad bajo fianza en noviembre de 2023 y detenido días después acusado de “difundir afirmaciones falsas” tras publicar un video de 14 minutos en el que denunció que fue torturado durante su estancia en prisión.
Salehi, que pasó más de un año bajo custodia, fue liberado después de que el Tribunal Supremo de Irán rechazara el fallo en su contra de seis años de prisión por propaganda contra el Estado en julio de 2023 y enviara su caso de nuevo a un tribunal inferior.
El rapero fue detenido debido al contenido de sus canciones, que, según las autoridades iraníes contenían insultos e incitación a la violencia, incluidos llamados a los disturbios en el marco de la última oleada de movilizaciones por la muerte bajo custodia de la joven Amini.