La demócrata Kamala Harris dijo este martes a decenas de miles de personas reunidas en Washington que su oponente republicano Donald Trump buscaba un poder sin control como presidente, en un momento en que la campaña por la Casa Blanca entra en su última semana.

Harris habló en un mitín al aire libre a más de 75.000 personas, en el lugar cercano a la Casa Blanca donde el 6 de enero de 2021 Trump se dirigió a sus partidarios antes de que atacaran el Capitolio de Estados Unidos.

“Sabemos quién es Donald Trump”, dijo Harris, añadiendo que el expresidente “envió una turba armada” al Capitolio en un intento de anular los resultados de las elecciones de 2020.

“Se trata de alguien inestable, obsesionado con la venganza, consumido por el agravio y en busca de poder sin control”, aseguró la candidata demócrata durante el cierre de su campaña antes de unas reñidas elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

Harris estaba flanqueada por banderas estadounidenses en el escenario y rodeada de pancartas azules y blancas que decían “LIBERTAD”, con la Casa Blanca iluminada de fondo. Una encuesta de Reuters/Ipsos del martes mostró que la ventaja de Harris se había reducido a sólo 44% a 43% entre los votantes registrados.

La vicepresidenta de EE.UU. ha aventajado a Trump en todas las encuestas de Reuters/Ipsos desde que entró en la carrera en julio, pero su ventaja se ha reducido constantemente desde fines de septiembre.

Trump y sus aliados han tratado de restar importancia a la violencia del 6 de enero. Miles de sus partidarios irrumpieron en el Capitolio, haciendo huir a los legisladores para salvar sus vidas y coreando “ahorquen a Mike Pence”, el vicepresidente, después del discurso de Trump en la Elipse, donde como presidente dijo a la multitud que “lucharan como el infierno” para evitar que Pence y el Congreso ratificaran su derrota.

Cuatro personas murieron en los disturbios que siguieron en el Capitolio, y un policía que defendía el Capitolio falleció al día siguiente. Trump ha dicho que, si es reelegido, indultaría a los más de 1.500 participantes que han sido acusados de delitos. Antes, en Florida, la campaña a la Casa Blanca del expresidente republicano Trump trató de pasar página a los comentarios racistas y otros vulgares pronunciados por los oradores en su mitín del domingo en Nueva York.

El magnate no hizo comentarios sobre la retórica empleada por los oradores en el acto, en el que un cómico llamó a Puerto Rico “isla flotante de basura” y menospreció a los negros estadounidenses, los judíos, los palestinos y los latinos. Aunque su campaña ha dicho que los comentarios sobre Puerto Rico no reflejaban las opiniones del ex presidente, Trump calificó el evento como una fiesta de amor. “Y fue un honor para mí participar”, dijo.