La líder opositora peruana Keiko Fujimori le dijo hoy al juez Richard Concepción Carhuancho que él ya "tendría una decisión tomada" sobre el pedido de la Fiscalía para que se ordene su prisión preventiva durante 36 meses en la investigación que se le sigue por presunto lavado de activos.
"Me preocupa que, diga lo que diga o haga lo que haga, usted ya tendría una decisión tomada", le dijo Fujimori a Concepción Carhuancho cuando este le pidió declarar tras dos días de argumentación fiscal.
La líder del partido Fuerza Popular señaló que se dirigía al juez "con todo respeto y total sinceridad", pero que tenía esa "sensación" de que va a ser enviada a prisión después de la detención "injusta" que el mismo juez dictó contra ella hace dos semanas y porque este denegó una recusación que presentó su defensa.
"Espero estar equivocada", agregó antes de decir que, a pesar de ello, expresaría sus argumentos para que sean "escuchados por todo el país... y todos los peruanos sepan" si en su país "se respeta la presunción de inocencia y el debido proceso".
Fujimori acusó al fiscal José Domingo Pérez de argumentar el "tremendo despropósito de que (su partido) Fuerza Popular era una organización criminal" y dijo que luego varió esa posición por la de que su agrupación "fue infiltrada".
"Su teoría es que yo me infiltré a mí misma", ironizó antes de negar haber tenido vínculos con el exapoderado de la constructora brasileña Odebrecht en Perú Jorge Barata a fines de los años 90, cuando era primera dama del régimen de su padre, Alberto Fujimori.
Keiko también señaló en repetidas oportunidades que un testigo protegido de la fiscalía "miente" al haber brindado información sobre el presunto manejo irregular de los aportes que recibió su partido en su campaña hacia las elecciones presidenciales de 2011.
Fujimori rechazó, además, el peligro de fuga durante el proceso y dijo que tiene "una vida que confirma sin lugar a dudas" que no se va "a ir del país", tal como no ha hecho en los últimos 18 años, desde que cayó el régimen de su padre.
"No me fugué antes, no me voy a fugar ahora", enfatizó para luego considerar "absurdo" que se diga que esto puede suceder porque no tiene una casa propia o porque su esposo, el estadounidense Mark Vito Villanela, es extranjero.
Al concluir, Keiko dijo que mantiene "la esperanza de que se hará justicia" y todos conocerán "la verdad", por lo que le pidió al juez que "respete la presunción de inocencia y el debido proceso".
"Enfrentaré este proceso en nombre de la verdad, de mi partido político y de mi familia", concluyó.
Keiko Fujimori afronta un pedido de la Fiscalía de 36 meses de prisión preventiva mientras es investigada por la presunta comisión del delito de lavado de activos durante su campaña presidencial de 2011, que perdió frente a Ollanta Humala.
El fiscal Pérez sustenta una hipótesis ante el juez Concepción Carhuancho de que Fujimori y diez de sus allegados ocultaron hasta un millón de dólares donados por Odebrecht para su campaña electoral, con una contabilidad ficticia en la que se simularon múltiples aportes.