La jornada de este viernes la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, fue dejada en libertad luego de estar más de un  año recluida en el Penal Anexo de Mujeres de Chorrillos en Perú.

"Para mí ha sido el evento más doloroso de mi vida", fueron sus primeras palabras al cruzar el umbral de la prisión y abrazarse con su esposo, en presencia de un nutrido grupo de simpatizantes y periodistas, según informes de agencias.

La ex candidata presidencial agregó que ha tenido la oportunidad de "reflexionar y pensar sobre las cosas que he podido hacer mejor", pero destacó que el Tribunal Constitucional corrigió un proceso "lleno de abusos y arbitrariedades y lo que me corresponde es seguir enfrentando esta investigación, seguir colaborando con la justicia".

Fujimori pidió además "dejar de lado los odios, diferencias y trabajar juntos, siguiendo hacia adelante". Además resaltó que se tomará un tiempo para reencontrarse con su familia y recuperar su salud, y que "más adelante decidiré que haré en la segunda etapa de mi vida".

Sus simpatizantes la recibieron con arengas de "Keiko Libertad" y "Keiko presidente", en medio de gritos de euforia y aplausos. La opositora fue liberada el mismo día en que su hija mayor, Kiara, cumple 12 años, según manifestó su esposo Mark Vito Villanella. El marido italo-estadounidense había suspendido momentos antes una huelga de hambre que realizaba desde hace más de dos semanas frente a la cárcel de Santa Mónica, al sur de Lima, donde su esposa vivió los últimos 13 meses.

Desde temprano en la jornada, los adherentes de la política de oposición se habían congregado frente al penal para exigir la excarcelación de Keiko, causando algunos desórdenes al exterior del recinto. 

Por ahora, la hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), tiene dos misiones políticas principales: volver a tomar las riendas de su partido y poder reconstruir su credibilidad frente a los votantes. Si bien la excandidata presidencial, fue una dura contrincante contra Pedro Pablo Kuczynski en las elecciones de 2016, la imagen de la líder de Fuerza Popular se ha vista debilitada a raíz de las acusaciones de corrupción.

Además, la decisión del Tribunal Constitucional (TC) no significa que queda absuelta de los cargos de lavados de activos de los que se le acusa, sino que todavía debe enfrentar el proceso y usar a sus abogados para sortear el proceso en su contra.

Keiko alcanzó a cumplir 13 meses en el recinto penitenciario, luego de que el 30 de octubre de 2018 el juez Richard Concepción Carvacho estimará que la líder opositora debía cumplir prisión preventiva durante 36 meses, mientras era investigada.

La líder de Fuerza Popular pudo recuperar su libertad debido a un recurso de hábeus corpus presentado por su hermana Sachi Fujimori. Este obtuvo el respaldo de cuatro jueves y tres que votaron en contra. 

Su liberación se da tras la publicación del documento firmado por los magistrados miembros del TC. Este además fue entregada al Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional -el tribunal que la dejó en prisión preventiva por 36 meses- y luego se entregó un oficio al juez quien anuló la decisión tomada en 2018.

Mientras la líder de la oposición estaba esperando la confirmación para ser excarcelada, durante la mañana se realizó un allanamiento en las oficinas  de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) del partido de Keiko Fujimori ordenada por el fiscal especial Lava Jato, José Domingo Pérez.

El caso

Keiko Fujimori fue enviada a prisión preventiva el 31 de octubre de 2018, tras ser acusada por la justicia de haber obstruido las investigaciones de la fiscalía anticorrupción sobre los aportes millonarios que había recibido presuntamente de la constructora Odebrecht para su campaña.